El viernes 5 de abril en la madrugada comenzaron los primeros rumores de un posible operativo en el campamento Nuevo Amanecer de Cerrillos.
Desde las 5 de la mañana de esa jornada, ya estaban preparados los detectives, esperando la orden para comenzar una operación a gran escala nunca antes vista en la Región Metropolitana desde la Reforma al Poder Judicial en los años 90.
El campamento Nuevo Amanecer surgió en el mandato del presidente Sebastián Piñera el año 2020, teniendo su mayor explosión en plena pandemia junto al retiro de los fondos previsionales, que permitió contar con liquidez a muchos pobladores para la compra de terrenos y la construcción de nuevas viviendas.
Una de las tesis menos conocidas sobre el origen del campamento es la responsabilidad que tendría Metro tras nivelar los terrenos con el material sacado de la construcción de la extensión de la Línea 6, facilitando la toma del espacio, que antes estaba bloqueado por lomas que impedían el acceso. Más allá de las responsabilidades, el campamento se fue convirtiendo de a poco en un foco de incivilidades y, hasta abril de este año, un lugar de operaciones del crimen organizado.
El punto de quiebre en esta escalada de inseguridad fue el triple asesinato ocurrido en el puente del Zanjón de la Aguada, a pocas cuadras del lugar en enero de este año. A este hecho se sumó la aparición de un cuerpo en las afueras del campamento y el homicidio de la ciudadana ecuatoriana Lourdes Ortiz (51), acribillada en su propia casa, ambos ocurridos en el mismo mes de marzo.
Esta ola de violencia generó inquietud entre vecinos cercanos a la toma, creándose verdaderos mitos urbanos, como la existencia de supuestos cocodrilos para “desaparecer cuerpos” y la existencia de un cementerio ilegal. Otras variables complejas del campamento es que los terrenos son una propiedad de distintos dueños privados, entre los que se encuentran empresas como Copec y Goodyear, por lo que cualquier desalojo o erradicación necesita de la aprobación de éstos.
El operativo policial más grande de la región ocurrió en Cerrillos
La mañana de ese viernes 5 de abril, unos 1.000 funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI) participaron de un masivo operativo en la toma de Cerrillos, conocida como «Nuevo Amanecer», y en otras 16 comunas de la capital.
Uno de los objetivos del operativo era apresar a los líderes de la banda organizada conocida como «Los Trinitarios», pero también el decomiso drogas, el control de personas por ley de extranjería y el uso de perros especializados para investigar la denuncia del cementerio ilegal.
Por su parte, la Municipalidad de Cerrillos ingresó maquinarias para derribar varias casas que eran origen de incivilidades e ilegalidades como el almacenamiento de cannabis. Semanas antes, la municipalidad derribó con la ayuda de Carabineros la discoteca Dubai, la más peligrosa de Cerrillos hasta ese momento
Consultada sobre esto, a seis meses de este suceso, la alcaldesa Lorena Facuse hace un recuento:
“Esa mañana había mucha tensión porque mientras ingresaba la PDI al lugar no sabíamos cómo iban a reaccionar las bandas, inmediatamente movilizamos nuestras maquinarias municipales y nos sumamos para derribar varios inmuebles que eran focos de ilegalidades. No ha sido fácil, en el proceso recibimos amenazas de muerte, pero estamos convencidos que este operativo marcó un antes y un después en la seguridad de Cerrillos, fue un primer paso importante en el combate del crimen organizado”, indicó.
Según detallaron desde Fiscalía, fueron más de 120 órdenes de entrada y registro que tramitó el Ministerio Público hasta el Noveno Juzgado de Garantía de Santiago.
Hay todo un proceso investigado detrás, desde el punto de la recolección de evidencia», declaró el director de la PDI, Eduardo Cerna, desde la toma de Cerrillos.
«Es posiblemente, si nuestra memoria no nos falla, el procedimiento más grande que se ha hecho desde el inicio de la reforma a la justicia en la Región Metropolitana», señaló en su oportunidad el fiscal nacional, Ángel Valencia.
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