Según los resultados de la encuesta Adimark, Cruz-Coke es uno de los ministros mejor evaluados del gabinete de Sebastián Piñera, con un 72% de aprobación ciudadana. Sin embargo, la Asociación Nacional de Funcionarios de Cultura criticó dicha publicación, asegurando que “su aprobación sería mínima si se le preguntara al mundo del arte y la cultura”.
Un importante respaldo a la gestión del titular de Cultura, Luciano Cruz-Coke, evidenció la última encuesta Adimark. En el ranking de dicha publicación, Cruz Coke se ubica inmediatamente después de Laurence Golborne, actual ministro de Minería y Energía, quien desde hace meses es el mejor evaluado del gabinete.
Sin embargo, no todos se sienten representados por los resultados de Adimark. Es el caso de los Asociación de Funcionarios del Consejo de la Cultura (Anfucultura), quienes han manifestado públicamente su descontento con la labor del Ministro, argumentando que “la evaluación positiva se debe al rostro de Luciano Cruz- Coke (en la foto), actor de televisión”.
En esta línea, Anfucultura envió un comunicado a diversos medios de comunicación, explicitando las razones por las que caracterizan la gestión de Cruz-Coke como “nefasta”. Entre ellas, se cuenta la ejecución de numerosos cambios en el Centro de Extensión del Consejo de la Cultura y las Artes (Centex), el despido de un centenar de trabajadores, el cierre del Centro de Documentación, la transformación de los tradicionales “Carnavales culturales” y la reciente adjudicación de un Fondart a Lastarria 90, la empresa que Cruz-Coke lideró durante años.
“Si estos sondeos los hicieran dentro de la familia de los trabajadores del Consejo, dentro de la gente que participa habitualmente de los carnavales culturales, en las mesas artísticas que se han ido desarmando en el mundo artístico, dentro de la gente que lo funó en la entrega de los fondos concursables o la que hizo una funa en el Festival de las Artes, por supuesto que la evaluación sería distinta”, aseguró Marianela Riquelme, presidenta nacional de Anfucultura.
UN GIRO SOBRE EL CENTEX
Una de las primeras disputas que enfrentó al Ministro de Cultura con los funcionarios y ciudadanos interesados en su cartera, fue la remodelación del Centro de Extensión del Consejo de la Cultura y las Artes.
El reconocido Centex ha organizado durante cinco años diversas actividades culturales referentes a la música, la danza, el cine y el teatro, entre otras disciplinas. Sin embargo, a fines del año pasado, se confirmó el inminente proceso de reformulación de sus labores y remodelación de su infraestructura, a la cual se pretende agregar una oficina del Sernatur y una cafetería.
“El Ministro quiere convertir la sede en Valparaíso en un McDonald’s de la cultura”, señaló Riquelme. “El centro de extensión cambia de proyecto, pero no nos han dado una propuesta concreta, sólo ideas que no proponen nada serio y si las hay no se ha presentado a la comunidad”.
Por su parte, ante el conflicto que se desarrolló a fines de noviembre –cuando muchos aseguraron que el Centex sería cerrado- Macarena Barros, jefa del área de Ciudadanía y Cultura del Centro de Extensión, aseguró que todo estaba contemplado dentro de las políticas de “giro patrimonial”, partiendo desde los cambios en la infraestructura. “A nivel nacional estamos trabajando con Sernatur para unirnos en nuestras oficinas, para que en todas las direcciones regionales exista una de Sernatur, y la instalación de un café”.
Sin embargo, a nivel administrativo, los cambios en el Centex han ocasionado el despido de funcionarios que no serán necesarios en las labores que cumplirá la institución cuando el proyecto se ponga en marcha. “Hoy día es un lugar desierto, porque despidieron a casi todos los funcionarios que trabajan ahí”, aseguró la Presidenta nacional de Anfucultura.
DOCE DEMANDAS POR DESPIDO DE FUNCIONARIOS
Uno de los bullados conflictos que debió enfrentar la administración de Cruz-Coke se debió al conflicto tras los numerosos despidos en el Consejo de la Cultura, situación que fue constatada por los diputados Aldo Cornejo y Ximena Vidal, quienes señalaron que además se registraban “malos tratos en cuanto a las formas de aviso” de las destituciones.
En ese entonces, el Ministro señaló: «Tenemos problemas administrativos graves, deudas por mil 400 millones de pesos y el Consejo de la Cultura no ha sido precisamente uno de los servicios mejor evaluados por la población ni por los medios ni por la Contraloría”.
La compleja situación le significó 12 demandas que recientemente fueron rechazadas por los Tribunales de Valparaíso. Sin embargo, Riquelme aseguró que acudirán a la Corte Suprema para lograr que los trabajadores despedidos reciban las indemnizaciones correspondientes.
DE CARNAVALES A FESTIVAL DE LAS ARTES
El reciente estreno de la reformulación de los Carnavales Culturales de Valparaíso significó otro chorro de críticas para Luciano Cruz-Coke. A simple vista, el cambio de nombre a “Festival de las Artes” no enunciaba más transformaciones.
“Los carnavales eran una fiesta instaurada en Valparaíso, nació como una fiesta ciudadana. La actividad central era el “pasacalle”, donde participaban los ciudadanos y ciudadanas de Valparaíso, ellos eran los protagonistas y hoy ese protagonismo no está”, declaró Marianela Riquelme.
En efecto, diversos sectores del mundo artístico criticaron la falta de espacio para la participación ciudadana en esta edición de la tradicional fiesta porteña, que se realizó durante el fin de semana pasado. “La comunidad en general tuvo menos participación. Nosotros fuimos parte de un diseño establecido, pero estoy seguro que todos mis colegas preferirían participar en la génesis del evento”, señaló Santiago Aguilar, del centro Cultural Playa Ancha, en una entrevista con Radio Universidad de Chile.
El “Festival de las Artes” no repitió la tradicional realización del “pasacalles” que permitía el paso de batucadas por las calles del puerto, ni la realización de los eventos callejeros
EL CUESTIONADO FONDART
La última comentada polémica de Cruz-Coke se masificó tras los resultados del Fondo de Desarrollo de las Artes y la Cultura (Fondart), donde un proyecto perteneciente a Lastarria-90 –empresa que estuvo vinculada desde su fundación a la labor del Ministro- se adjudicó un monto cercano a los 12 millones de pesos.
Tras conocer la información, Anfucultura presentó a Contraloría una consulta donde piden que se fiscalice la sana relación del Ministro con la adjudicación de dichos fondos. Según Riquelme, “no es presentable que una empresa que haya tenido vínculos con el Ministro hace menos de un año hoy día se esté adjudicando recursos que también le corresponde administrar a este Ministro”. Hasta ahora, Contraloría no ha entregado respuesta.
Por Vanessa Vargas Rojas
El Ciudadano