Es sórdido y es complaciente con la pedofilia declarar que una niña de 11 años, violada y embarazada, en uno de los pocos países donde se prohíbe el aborto en todos los casos, va a parir porque es “madura”.
Es mezquino –además de ignorante-, carente de respeto por la vida de las niñas, que el diputado UDI, Unión Demócrata Independiente, Issa Kort diga que “del momento que vive su primera regla… su organismo ya está preparado…” y que Cecilia Pérez, la Vocera de Gobierno remate con que el aborto terapéutico “no tiene nada de terapia…”… Entonces como si fuera poca la indolencia, Piñera le solicita -por la tele- al Ministro de Salud (Jaime Mañalich) que se ocupe “personalmente de Belén”, la niña embarazada por violación; y el otro responde que no se preocupe el país, que si hay complicaciones en el embarazo de esta pequeña con 14 semanas de gestación, le adelantarán el parto…
La indolencia pública, hoy desde el E$tado antiabortista en su turno dere$hista, sólo revela de una manera más evidente la misoginia clasista de quienes desde cualquier partido o movimiento social, se oponen al aborto.
¿Te creías liberada porque vas a los pubs, no necesitas de un marido que te mantenga, hay ley de femicidio, se viene el matrimonio gay y hay presidentas? NO, violada siempre: niña, adulta o vieja; y obligada a parir desde que menstruas por primera vez hasta que lo hagas por última vez… después, con una pensión mísera ya puedes dedicarte a criar las guaguas que tus hijas parieron siendo aún adolescentes.
CUERPOS ROBADOS
No prestamos los cuerpos como dijo en su descriterio otra UDI, la senadora Ena Von Baer en marzo de 2012, los e$tados, los femicidas, los agresores y los antiabortistas se los apropian. Es un robo legal: las mujeres y las niñas NO somos sujeto de nuestras propias vidas y destinos y estamos obligadas a parir o no, según los intereses de las elites de poder.
Si quieren y cuando quieren nos esterilizan sin que consintamos, si solicitamos esterilización nos piden permiso del marido –proceda o no-, o cumplir con una edad determinada aunque tengamos 10 hijos ya; si se les da la gana nos dan anticonceptivos, si no se les antoja no nos dan PAE y prohíben el Misotrol, y cuando las cosas se les colocan difíciles, a cambio de votos podrían chorrearnos aborto terapéutico…
QUE SI “TERAPEÚTICO” QUE SI NO…
La “Ciudadanía de las Mujeres” que tanto manosea el reformismo, es relativa. Puede haberla, siempre y cuando no intentemos decidir sobre nuestros úteros y vidas. Las más empobrecidas tienen menos chance aún, mueren o quedan dañadas por abortos miserables. La opresión de las mujeres de siglos de Patriarcado se revela más desfachatadamente cuando gobierna la Dere$ha. Sus militantes son groseros en sus dichos, pero tienen muy claro el mapa de su poder político y económico, podrán perderse si tratan de bajar a los suburbios, pero no cuando se trata de conservar el dominio. Sin embargo, esta no es una lucha polar entre izquierda y dere$ha, el Patriarcado es pre-capitalista, capitalista, socialista, post-socialista y latinoamericanista también, por eso en este continente bautizado por el colonialismo, gobiernos que recuperan petróleo, agua, territorios, no lo hacen para que les toque a las mujeres algo de liberación, dicen que es “para el pueblo”, y claro en el pueblo se incluyen “sus” mujeres y los úteros de éstas. Por eso discuten el aborto: que sí es un crimen, que si debería ser “terapéutico”, que si debería ser “legal”, que si “despenalizarlo”*…
La naturaleza del patriarcado, su forma de sobrevivir, es abusar la fuerza reproductiva y el cuerpo de las mujeres sin la más mínima compasión. Es decir las cúpulas patriarcales de cualquier color y clase, NO padecen con las mujeres. Nuestro dolor o necesidades NO les incumben y nuestras experiencias les importan sólo si sirven a sus intereses. Lo importante de un Julian Assance por ejemplo, no es si violó o no a una joven, si no cómo su aparición internacional fortalece al nuevo socialismo latinoamericano. Así mismo, a la clase política $hilena, bastante menos agraciada que un Evo o un Chavez, le importan condicionalmente “sus” mujeres, mientras les procuren votos, poder y prestigio. Y ellas toleran, consienten o asumen –o qué sé yo qué…-a cambio de un estatus distinto a las demás. Las mujeres de la clase política son halagadas, preferidas y muy buenas esclavas, empoderadas, especialmente en este siglo 21 en que mujeres, “indígenas” y afrodescendientes han mostrado su inmenso potencial político, estratégico y carismático.
¿Y EL ABORTO?
En muchas partes del mundo se entregó el aborto por geopolítica, para palear la sobrepoblación mundial, porque la Salud Pública no resiste los gastos que ocasionan las muertes y las enfermedades de muchas mujeres por abortos clandestinos; y también por las presiones de movimientos feministas. En los países rezagados del aborto como $hile, se enarbola “la vida”, pero no es una discusión sobre la calidad de vida –si vida miserable o no-, si no sobre cuándo se inicia. Un momento que no logran fijar: ¿Después del apareamiento? ¿Cuando uno de los espermatozoides logra superar las barreras del óvulo? ¿Con el ADN y la división celular? ¿Cuándo las células forman un punto? ¿Cuándo el punto se dilata y forma un huevo? ¿Cuándo el embrión se transforma en feto?…
Se elabora teóricamente un sujeto que sería más sujeto que quien lo contiene. ¿Será porque las mujeres somos cuerpo de una manera distinta a los hombres? O dicho más básicamente ¿será porque las mujeres No somos hombres?… ¿Por qué no hay leyes –aunque esto pase- que obliguen explícitamente a los hombres a sacrificar su libertad, su autodeterminación, su vida, su destino para preservar la vida de otros? ¿Por qué seres independientes, nacidos, sensibles forman parte de una industria de tortura para que los humanos coman, se vistan, se maquillen? ¿Por qué se justificó durante siglos la esclavitud de unos para que otros gozaran sus servicios? ¿Por qué a las mujeres se nos amarra a la reproducción biológica y a la reproducción social? ¿Por qué se nos transforma en fuerza de trabajo cotidiano, en mano de obra más barata? Los trabajillos que hacemos “por amor” las mujeres subsidian del 25 al 40 por ciento del Producto Interno Bruto de un país cualquiera. A los indignados de todo el globo terráqueo nadie les ha podido convencer de que se aguanten por amor al prójimo, a nosotras en cambio nos dicen que hay que aguantarnos de abortar por amor femenino a la vida.
La mujer no es una categoría universal, existen millones de mujeres marcadas por diferencias de clase, raza, prácticas sexuales y de género, edades, territorialidad, culturas. Históricamente hemos abortado y parido según necesidades propias y colectivas. El aborto y el parto son experiencias de las mujeres. No es que el cuerpo sea nuestro, es que el cuerpo es lo que somos. No es que el cuerpo sea un instrumento, es que somos el cuerpo, el cuerpo es nosotras, y esta existencia diversa, múltiple, tan variada como mujeres hay, es una existencia particular también, la autodeterminación es la única opción ética…
En tanto, otra niña más carga un destino herido por el sólo hecho de ser mujer y otra guagua está obligada a nacer sea lo que sea lo que le espera… Que no le toque como a tantos y tantas, abusos en instituciones del E$tado, un apego esquivo que deja huellas dolorosas, vivir en un ruco, en fin, todo eso que sabemos pasa a diario a niños y niñas que están en el mundo para satisfacer la idea de “defensa de la vida” que tienen los antiabortistas.
Por Victoria Aldunate Morales
Fuente: La Haine