Un nuevo fenómeno de violencia sacude El Salvador y ha tomado escalas alarmantes en el número de asesinatos en las últimas horas, según AFP.
El 16 de agosto dio inicio esta serie de hechos violentos, donde inicialmente se documentaron 40 personas muertas. Al día siguiente, el 17 de agosto, se registraron nuevos enfrentamientos donde se reportaron 42 personas fallecidas y finalmente el martes de 18 de agosto hubo 43 muertos en las mismas circunstancias.
Estas cifras han superado los índices históricos de violencia en El Salvador. El país centroamericano no había presentado un número tan elevado de asesinatos, en tan corto periodo de tiempo, desde la época de la guerrilla en la década de 1990, cuando se desató abiertamente un conflicto armado.
Uno de los países más peligrosos del planeta
El Salvador es considerado por las Naciones Unidas como uno de los países más peligrosos del planeta y esta ola de violencia, que arrojó 125 personas muertas en un periodo de 72 horas lo ratifican, informa ‘La prensa’. Desafortunadamente entre las víctimas se encuentran mujeres y niños.
Datos oficiales de las autoridades salvadoreñas señalan que durante el 2015 este fenómeno de violencia se ha cobrado la vida de 42 oficiales de policía, 16 militares y un fiscal, en este nuevo conflicto armado.
Según información de los medios locales, existen 13.000 maras en las cárceles de El Salvador, lo que tiene colapsado al sistema penitenciario y calculan que existen alrededor de 60.000 pandilleros que conforman diversos grupos de maras, quienes se encuentran en un conflicto armado abierto y a ellos se les atribuye esta ola de violencia.
Las causas de la violencia
Un estudio de la Universidad de Valladolid, señala que el problema que afronta El Salvador es muy grave, ya que la desintegración social, la pobreza y la falta de oportunidades educativas y laborales del país han evolucionado socialmente hasta generar la formación de las maras, donde se concentran una gran mayoría de los jóvenes que solo conocen este comportamiento violento para subsistir en una sociedad colapsada por la marginación y la desigualdad social.