Chile suscribió ayer en la sede la Organización de Estados Americanos (OEA) los dos más importantes instrumentos antidiscriminatorios aprobados en el continente, cumpliendo así la Cancillería con compromisos asumidos en el primer mes de gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.
La “Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia” y la “Convención Interamericana contra Toda Forma de Discriminación e Intolerancia” fueron firmadas por el Representante Permanente de Chile ante la OEA, Embajador Juan Pablo Lira,
“La decisión de suscribir ambos instrumentos obedece al compromiso del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet de avanzar hacia una sociedad más justa e inclusiva, a la vez que constituye una clara señal de apoyo al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, del cual Chile en un miembro activo”, indicó la cancillería en un comunicado
Fue el 28 de marzo que el Ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, asumió en una reunión con el Movilh el compromiso de suscribir dichas convenciones, adelantando que el tema estaría resuelto el 2015. En medio de ello, el Movilh sostuvo continuas reuniones y conversaciones con el Departamento de Derechos Humanos de la Cancillería.
“Felicitamos a la Cancillería por este paso histórico, pues estamos hablando de las convenciones antidiscriminatorias más integrales y exigentes aprobadas por la OEA para hacer frente a las exclusiones arbitrarias”, indicó el Movilh, instancia que participó con aportes a los menciones instrumentos desde cuando eran solo un proyecto.
El Movilh precisó que de los dos instrumentos, el más relevante para la diversidad sexual es la “Convención Interamericana contra Toda Forma de Discriminación e Intolerancia·, por cuanto hace referencia explícita a la orientación sexual y la identidad de género.
Desde 2005 el Movilh, en alianza con organizaciones internacionales de derechos humanos trabajó porque la mencionada convención incorporara a toda la diversidad sexual, para lo cual efectuó variadas presentaciones ante la OEA y el Gobierno, además de desarrollar campañas públicas y privadas, así como labor de incidencia política en Chile y el extranjero.
Contenidos de la convención
La histórica “Convención Interamericana contra toda forma de Discriminación e Intolerancia” es jurídicamente vinculante.
La convención habla de “erradicación total e incondicional” de toda forma de discriminación, considerando que es una “obligación adoptar medidas en el ámbito nacional y regional para fomentar y estimular el respeto y la observancia de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los individuos y grupos”.
Explica que “la discriminación puede estar basada en motivos de nacionalidad, edad, sexo, orientación sexual, identidad y expresión de género, idioma, religión, identidad cultural, opiniones políticas o de cualquier otra naturaleza, origen social, posición socioeconómica, nivel de educación, condición migratoria, de refugiado, repatriado, apátrida o desplazado interno, discapacidad, característica genética, condición de salud mental o física, incluyendo infectocontagiosa, psíquica incapacitante o cualquier otra”
Junto con expresar su “alarma por el aumento de los delitos de odio cometidos por motivos de sexo, religión, orientación sexual, deficiencia y otras condiciones sociales;”, establece que “todo ser humano es igual ante la ley y tiene derecho a igual protección contra toda forma de discriminación e intolerancia en cualquier ámbito de la vida pública o privada.”
“Todo ser humano tiene derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y protección, en condiciones de igualdad, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales consagrados en sus leyes nacionales y en los instrumentos internacionales aplicables a los Estados Partes, tanto a nivel individual como colectivo”, precisa la convención.
Establece que “los Estados se comprometen a prevenir, eliminar, prohibir y sancionar, de acuerdo con sus normas constitucionales y con las disposiciones de esta Convención, todos los actos y manifestaciones de discriminación e intolerancia”, así como “a adoptar las políticas especiales y acciones afirmativas para garantizar el goce o ejercicio de los derechos y libertades fundamentales de personas o grupos que sean sujetos de discriminación o intolerancia con el objetivo de promover condiciones equitativas de igualdad de oportunidades, inclusión y progreso para estas personas o grupos”.
“Tales medidas o políticas no serán consideradas discriminatorias ni incompatibles con el objeto o intención de esta Convención, no deberán conducir al mantenimiento de derechos separados para grupos distintos, y no deberán perpetuarse más allá de un período razonable o después de alcanzado su objetivo”, redondea la Convención.
La Convención llega más lejos pues compromete a los Estados “a establecer o designar una institución nacional que será responsable de dar seguimiento al cumplimiento de la presente Convención”.
Al mismo tiempo crea “un Comité Interamericano para la Prevención y Eliminación del Racismo, la Discriminación Racial y Todas las Formas de Discriminación e Intolerancia, el cual será conformado por un experto nombrado por cada Estado Parte quien ejercerá sus funciones en forma independiente y cuyo cometido será monitorear los compromisos asumidos en esta Convención”.
El Comité también se encargará “de dar seguimiento a los compromisos asumidos por los Estados que sean parte de la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia”.
visto en movilh.cl