Honduras: El Golpe que no acaba

Calles de Tegucigalpa

Honduras: El Golpe que no acaba

Autor: Cesarius
Calles de Tegucigalpa. Foto de Víctor Alejandro Mojica Páez. / Otramérica

Viernes 14 de octubre de 2011. He llegado a Honduras finalmente, dos años despúes de su último golpe de estado, en un viaje turbulento. La capital del país es mi primera parada obligatoria; la realidad política y la crisis de derechos humanos golpea sin dar tregua.

En Tegucigalpa, la capital del país, son muchos los que comentan que la “tormenta” ya pasó y que el futuro de este país será diferente. El taxista que me lleva es uno de ellos. Me ha enseñado las “malls” que se construyen camino al hotel, las numerosas franquicias de comida chatarra gringa que se observan desde el cielo, cuando vas llegando al aeropuerto Tocontín y por último recomendó, con un optimismo avasallador, pasar por el “Boulevard Morazán”, el epicentro del entretenimiento urbano.

De (Mel) Zelaya no sabe nada, ni siquiera conoce cuántos muertos dejó la crisis que acompañó su derrocamiento: “Uno que otro”, comenta, pero “nada de qué preocuparse”.

En la calle otro escenario se respira. Hay militares y policías en muchas esquinas, y con programas de televisión incluso. También hay numerosos graffitis que condenan el golpe, las armas y la pobreza en cada pared. Si trato de tomar una fotografía siempre se acerca un desconocido que consulta con un tono no muy agradable: ¿Para qué es esa foto?…

La tranquilidad que el taxista me vendió se esfumó con la calle y rápidamente. El caos urbano que cosechó el Huracán Mitch, hace muchos años atrás, parece que hubiese ocurrido esta semana. La ciudad está revuelta y deteriorada. Me recomendaron no salir después de las siete de la noche, ni siquiera al Boulevard que dijo el taxista.

Las organizaciones de Derechos Humanos que trabajan en esta capital me revelaron, esta tarde, que el golpe no ha terminado, que el país está militarizado. Justo en este momento se discute un proyecto para unificar a la Policía Nacional y la Fuerza Armada, con la excusa del incremento de la violencia del crimen organizado.

Los activistas, con quien he conversado, aseguran que las intenciones son otras, que están muy ligadas a la destrucción de los movimientos sociales. Estiman en más de 50 los muertos producto de la crisis del 28 de junio de 2009, uno de ellos, ubicado sin cabeza.

Realidades diametralmente opuestas a las que los medios reproducen. A ellos les gusta publicar a “Pepe” (Porfirio Lobo, actual presidente hondureño) estrechando la mano a Benedicto XVI con las recomendaciones solicitadas por el máximo representante de la Iglesia Católica, de “fortalecer la reconciliación”.

¿Y cómo va esa reconciliación?, consulté a los activistas antes de guardarme. “Pura paja. Tan sólo hoy tenemos un caso de tortura reportado en un menor”…

Por Víctor Alejandro Mojica Páez

Otramérica

Relacionado

Honduras: En 2 años asesinan a 40 campesinos por el control de tierras en el Bajo Aguán

Ya son 21 los muertos por conflicto por tierras en Bajo Aguán de Honduras


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano