El Primer Juzgado Civil de Antofagasta ordenó al Registro Civil e Identificación proceder a rectificar el nombre y sexo de la inscripción de nacimiento de una persona trans que solicitó realizar dicho trámite.
En un contundente fallo, el tribunal estableció, entre otras cosas, que «la solicitante, desde su esfera psicológica y desde temprana edad, pese a nacer con el sexo masculino, se sintió formando parte de un género diverso, lo que con los años conllevó a que fuera adoptando una fisonomía física femenina, buscando con ello concretar su anhelo interior de ser mujer».
En ese sentido, se destaca que en dicho tránsito debió soportar «humillaciones, incomprensiones y discriminación de todo tipo, tanto a nivel familiar como en sus relaciones con los miembros de la sociedad, fundamentalmente porque desde el punto de vista civil se le identificaba con un sexo que no correspondía al que ella sentía en su interior y proyectaba hacia su exterior».
La resolución del juez Arturo Iribarren agrega que el no acceder a su cambio de nombre de uno masculino a otro femenino, así como a su petición de cambio de sexo, significaría someterla «de por vida, a permanentes situaciones de burla y discriminaciones, lo que conllevaría a que siempre esté dando explicaciones acerca de su situación de transexualidad».
Al respecto, el Juzgado añade que una decisión en contra de lo solicitado resultaría «del todo arbitraria, pues se le sometería a una exposición innecesaria, perpetuando, per secula, un menoscabo moral que se viene arrastrando desde su temprana edad, a lo que la justicia debe poner fin».