La Coferencia Episcopal dio a conocer esta mañana un dura crítica por el actuar de la Congregación de los Hermanos Maristas, por la demora de siete años en denunciar los abusos sexuales que cometió uno de sus religiosos por años en contra de menores de dos colegios en los que ejercía como profesor.
El obispo, Alejandro Goic, presidente del Consejo Nacional de Prevención de Abusos del Episcopado, sostuvo, según publica La Tercera, que «no me corresponde a mí, como obispo, que desconozco la información cabal sobre este caso particular, afirmar o negar que la actuación de la autoridad haya sido un error. Pero admito que causa extrañeza conocer una actitud tan decidida con una tardanza tan incomprensible».
Ayer lunes, los Hermanos Maristas presentaron ante la Fiscalía los antecedentes de los ilícitos de Abel Pérez Ruiz (70), quien reconoció en 2010 haber abusado a 14 menores de edad desde 1970 en el Instituto Alonso de Ercilla y en el Colegio Marcelino Champagnat.
Ese mismo año, la congregación le prohibió desempeñar sus labores docentes en los establecimientos, siendo relegado a realizar tareas administrativas. Sin embargo, a través de comunicado la congreción sostuvo que «consultamos a dos personas autorizadas y ellas nos recomendaron que si las víctimas no denunciaban, nosotros no interpusiésemos nada. Según eso procedimos. A posteriori, nos dimos cuenta de que la actuación no fue la correcta y hemos pedido perdón».
Al respecto, Goic señaló que «como nos han recordado los últimos dos Papas, la demora en hacer justicia agrava el daño inmenso que, por sí mismo, constituye todo abuso contra menores de edad», y agregó que la procupación se basa en que «más allá de la impresión que demos, nuestra misión es proteger, cuidar, dignificar. El cumplimiento de la misión que nos dio Jesús, ese es nuestro centro, nuestro deber moral que antecede a la obligación jurídica y a nuestra reputación o imagen pública».