El trato cruel e indigno que recibió Lorenza Cayhuan, la comunera mapuche condenada que fue obligada a parir engrillada de los pies y ante la presencia de Gendarmes en la Clínica de la Mujer del Sanatorio Alemán en Concepción, ha provocado una serie de reacciones de repudio.
La Defensoría Penal Pública presentó un recurso de amparo en la Corte de Apelaciones a favor de Cayhuan, tras las denuncias de la familia. Ellos señalaron que, durante el pasado viernes 14 de octubre, la mujer mapuche debió vivir su parto rodeada de tres funcionarios hombres de Gendarmería de Chile, quienes la vigilaron en el momento de la cesárea. La mujer, que se encuentra recluida en la cárcel de Arauco, pertenece a la comunidad Mawidanche Alto Antiquina, de la comuna de Cañete.
Carolina Chang, Jefa Regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos en el Bío Bío, adelantó que apoyarán la acción judicial: “En el orden denunciado por la Defensoría Penal Pública, adherimos al recurso de amparo debido a que este procedimiento atenta contra la dignidad de las personas, en particular, los derechos de las mujeres y las personas privadas de libertad».
A la vez, adelantaron que esperan que la Corte de Apelaciones pueda indagar en el caso, principalmente «debido a que Gendarmería expresa que las cosas no ocurrieron de esa manera. Además, se solicitaron informes al hospital clínico dónde fue atendida».
Lorenza Cayhuan cumple condena de cinco años y un día por robo con intimidación y receptación en el marco de un juicio por atentados en la provincia de Arauco. Un proceso que ha sido cuestionado, además, por la naturaleza y arbitrariedad de sus pruebas.
PODRÍAN SUMARSE DEMANDAS INTERNACIONALES
Aunque Gendarmería respondió inicialmente a la denuncia de la familia señalando que Cayhuan nunca estuvo engrillada durante su trabajo de parto, fue la misma directora médica del Sanatorio Alemán de Concepción la encargada de refutar esta versión.
La doctora Paulina Romagnoli confirmó que la comunera mapuche tenía dos grilletes en los tobillos al momento del parto y que efectivamente ingresó un hombre del personal de Gendarmería, aunque aseguró que la paciente fue tapada. «Sí, hubo ingreso de un gendarme a la liberación de la pierna«, sentenció.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Alejandro Navarro, repudió el trato denunciado por la familia y aseguró que Gendarmería debería ajustarse a protocolos y procedimientos que no atenten contra la salud y los derechos de las personas.
“Evaluaremos el ir a las Naciones Unidas a denunciar esta situación, pues tener a una mujer engrillada durante su parto, es una práctica solo comparable a lo que se hacía en la Edad Media”, agregó. El parlamentario cuestionó además que se haya pensado que Lorenza Cayhuan pudiera escapar en sus condiciones médicas, a punto de dar a luz.
Navarro recordó las irregularidades que se han evidenciado durante el proceso de formalización y juicio vivido por la familia Cayhuan, denunciando el uso de testigos ocultos y discordancias entre las versiones entregadas por el Ministerio Público.
«Lo que más lamento, es que después de tantos años, de siglos de una lucha desigual, algunas personas aún actúan con un celo extremo en contra del pueblo mapuche, no les importa atropellarlos, ni aun tratándose de una mujer embarazada”, enfatizó.
LA VIOLACIÓN DEL SECRETO Y LA INTIMIDAD PROFESIONAL
En un contexto de rechazo colectivo a las diversas formas de violencia que viven las mujeres -y ad portas de una convocatoria nacional al respecto-, el caso de Cayhuan recobra mayor importancia. En especial, en lo que se refiere a la violencia obstétrica vivida por la mujer mapuche, como derivado de su condición privada de libertad.
Ana Román, Presidenta del Colegio de Matronas de Chile, aseguró que este es un problema que debe ser abordado desde la deficiencia normativa que ha impuesto el Ministerio de Salud al respecto. «Es un error gravísimo del equipo que estaba operando», señaló.
«Lo que desconoce el personal de salud, precisamente por la deficiencia del Ministerio de estos temas relacionados a la custodia de las personas privadas de libertad, es que el recinto asistencial tiene autonomía de actos. Por lo tanto, si la fuerza pública tiene la opción de custodiarla, debe ser en sus propios recintos. La obligatoriedad de la institución de salud es responder en salud, con el apoyo y apego que necesita la persona que lo solicita. Jamás podría haber estado engrillada, mucho menos una mujer en trabajo de parto«, argumentó.
Román recalcó que esta situación recuerda los peores momentos de la dictadura y que el problema es más habitual de lo que parece, ocurriendo también en casos de mujeres en situación de aborto y con otros problemas judiciales. «Entenderás que las condiciones de salud de una persona que está hospitalizada no son precisamente las de fuga», agregó.
En opinión de la profesional de la salud, el Ministerio de Salud y la Seremi de Salud regional deben pedir explicaciones al recinto hospitalario por esta conducta. A la vez, cuestionó al personal médico del Sanatorio Alemán, asegurando que tienen toda la autoridad para pedirle a los gendarmes que se retiren en una instancia como esa.
«El centro de salud es sagrado y tiene a su personal para responder por las acciones que están haciendo. No debieron permitir que Gendarmería ingresara y eso no es obstaculizar la acción de la policía. No hay ninguna ley que me obligue a mí a mantener a un Gendarme al lado de la paciente con la que yo tengo total responsabilidad del secreto profesional», cerró.
Por su parte, la jefa regional del INDH recordó que el recurso de amparo sólo podrá resolver medidas de tipo legal, pero no generará reparaciones en lo psicológico para la comunera mapuche, tras el violento episodio que debió vivir.
Por Catalina Manque y Vanessa Vargas
El Ciudadano