En los antecedentes revelados por la agencia DPA se da a conocer un oficio secreto numerado como 03146 de abril de 1988, en donde el entonces canciller Ricardo García informa sobre la destrucción de comunicaciones secretas entre la cancillería y organismos de violaciones a los DD.HH. como la Dina y la CNI. El ahora designado embajador en Australia, James Sinclair, estuvo a cargo de la operación. Estos antecedentes y muchos otros documentos son dados a conocer también a la opinión pública a través del libro Asociación Ilícita: Los archivos Secretos de la Dictadura (CEIBO Ediciones, 2012), de los periodistas Carlos Dorat y Mauricio Weibel.
“La CNI enviaba informes diarios de inteligencia, muy detallados, que luego debían ser destruidos mensualmente porque tenían información sensible, como por ejemplo la conformación del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Esos documentos, cuando eran quemados, tenía que quedar una constancia de su destrucción y se llamaban así “Actas de destrucción”, esos son los documentos a los que tuvimos acceso. James Sinclair era una de las personas que se encargaba de destruir estos documentos en la cancillería y la forma en que lo comprobamos es que tenemos las actas de destrucción que él mismo firmó”, señala Mauricio Weibel.
“Creo que el gobierno no fue consciente, teniendo todos los antecedentes. La verdad esto parece casi una provocación a las agrupaciones de Derechos Humanos, como lo dijo Lorena Pizarro, es difícil pensar en un nombramiento más complejo y tan poco prolijo cuando hay antecedentes de una persona que quemó documentos secretos de la Dictadura y existen pruebas concretas de ello, con documentos donde aparece hasta su firma”, indica Weibel, uno de los autores del libro.
(Documento: Del Libro “Los Archivos Secretos de la Dictadura” Ceibo Ediciones -2012-)
James Sinclair, Director de Protocolo durante la administración Piñera, es hijo del ex vicecomandante en jefe del Ejército, general Santiago Sinclair Oyaneder, luego senador designado, quien además, entre otras funciones como servidor de Pinochet, fue jefe de operaciones del Ejército y comandante del Regimiento de Valdivia.
En 2008 fue procesado como uno los coautores del homicidio de 5 frentistas detenidos en 1987, los que fueron arrojados desde un helicóptero al mar, aparentemente previo a una reunión de coordinación encabezada por el jefe militar. Además, por su responsabilidad de mando y cargo de comandante en Valdivia, fue acusado como responsable en las matanzas de 32 campesinos en Chihuio y Liquiñe, en el año 1973.
Organizaciones de DD.HH.
Entre muchas organizaciones que repudian el nombramiento de james Sinclair, se encuentra la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) la que manifestó su preocupación ante la nefasta designación de James Sinclair, ya que además se cuestiona principalmente por las trabas e impedimentos que pueda ejercer para llevar adelante la extradición desde Australia de Adriana Rivas, la secretaria del ex director de la DINA, Manuel Contreras.
“Se está luchando por que esta mujer, Adriana Rivas, venga a responder en temas Derechos Humanos, esta es una mujer que hizo declaraciones tan desafortunadas como que la tortura era necesaria. Hay que esperar a que esta designación sea revertida prontamente. Lo más adecuado es que el gobierno asuma que esta fue una mala decisión y que el señor Sinclair no asuma el cargo”, sostuvo Mireya García.
Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Ejecutados Políticos (AFEP), también se refirió a esta mala designación y señaló que el nombramiento de Sinclair lo sintieron como una pésima señal del gobierno. “Se nombra a un sujeto que tuvo que ver con la quema de archivos de la CNI, que se quemen antecedentes es un retroceso, lo que se dejó claro con su designación es la política del empate, se da un incentivo a las víctimas y otro tanto para los victimarios. Sinclair tiene un pasado oscuro, recordemos que su padre fue un violador de Derechos Humanos. Es como antes, como con la Concertación, mientras un personaje no esté procesado el castigo social no cuenta para ellos. Recordemos que hay más de mil causas abiertas, que no esté procesado no significa que no merezca la menos una condena moral”.
La Secretaria
Adriana Elcira Rivas González, “la Chani”, ingresó al Ministerio de Defensa como secretaria, luego de tomar cursos de inteligencia militar ingresó en 1974 a la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), donde llegó a ser miembro de la temida Brigada Lautaro. Entonces tenía poco más de 20 años.Fue secretaria personal de Manuel Contreras y llegó a ser suboficial de la Armada y hoy recibe pensión y beneficios como miembro de las fuerzas armadas.
En 1978 Adriana Rivas se radicó en Australia. De acuerdo a la información obtenida por grupos de derechos humanos en Australia, entre el 1994 y el 2000 entraron más de 400 ex integrantes de la DINA y CNI más otros personajes relacionados con la policía secreta y represiva de Pinochet a dicho país. Australia les concedió visa permanente a todos ellos, lo que sugiere un acuerdo entre los dos gobiernos.
Durante el año 2006 Adriana Rivas regresó a Chile y fue detenida por su participación en el llamado Caso Conferencia, una operación de la DINA contra la dirección clandestina del Partido Comunista en 1976. Fue procesada en febrero del 2007 por su participación como integrante de la Brigada Lautaro en la muerte del dirigente Víctor Díaz, estuvo casi tres meses detenida. Cuando se le otorgó la libertad condicional, pero con orden de arraigo, se fugó hacia Argentina con destino a Australia, lugar donde vive actualmente.
En septiembre del año 2013 y con ocasión del aniversario del golpe de estado cívico militar en Chile, Adriana Rivas otorgó una entrevista difundida por la radio australiana SBS, en la cual defendió la tortura como método para extraer información y consideró aquellos años como los mejores de su juventud. En la entrevistaAdriana Rivas indicó que las torturas durante la dictadura eran «un secreto a voces» y las calificó de “técnica necesaria para quebrantar a la gente«.
Al ser consultada sobre el paradero de los más de 1.000 detenidos-desaparecidos contestó que es algo que nunca se sabrá: «Si está muerto, está muerto. ¿Dónde están? No se sabe».
Ciertamente, frases como esta pueda entregarlas a la prensa, mediante entrevistas, solamente quien sabe que se oculta en el lúgubre manto de la impunidad.