Fotografía: LaRed.cl
Mylene Cartes es el nombre de la reclusa de la cárcel de San Miguel que falleció el sábado por la noche en extrañas circunstancias de salud. Familiares y testigos denunciaron negligencia por parte del recinto penitenciario al no brindarle atención médica oportuna.
Según lo consignado por La Red, el estado de salud de Mylene se agravó y tuvo que ser llevada de urgencia al Hospital Barros Luco, donde finalmente falleció, presuntamente debido a un cuadro de peritonitis.
La reclusa había denunciado a través de un video publicado en redes sociales que llevaba más de 7 días con un dolor agudo en el estómago. Sin embargo, la subestimación de sus síntomas por parte de Gendarmería y personal de salud del recinto derivaron en su muerte, por lo menos así lo denuncian sus compañeras de cárcel y familiares.
Tras confirmarse su muerte se desencadenaron protestas fuera del recinto, y un intento de motín al interior, exigiendo justicia por la muerte de Mylene.
«Gendarmería miente»
Según el comunicado de prensa emitido desde Gendarmería la institución señala que Mylene «al momento de presentar complicaciones de salud, fue trasladada de inmediato al hospital externo».
El comunicado también señala que fue llevada dos veces al Hospital Penal, donde recibió atención médica, y que desde ese recinto fue trasladada a urgencia al Hospital Barros Luco, donde falleció a las 21.00 horas.
Sin embargo, el medio LaRed.cl se puso en contacto con internas del Módulo 5 del Centro Penitenciario Femenino de San Miguel, quienes desmintieron la versión de Gendarmería, sobre todo la parte en que afirman haberle brindado atención oportuna al momento de presentar síntomas.
«Hace cinco días estuvo sufriendo de altas fiebres, dolores estomacales y dolor de cuerpo. Cuando le informó a Gendarmería lo ocurrido, le dijeron que ya se le iba a pasar«, señaló una de las reclusas al medio anteriormente citado, dinámica que se repitió hasta el sábado.
El relato que articulan las compañeras de Mylene contradice el de Gendarmería, ya que acusan que luego de la total inoperancia de la institución, fueron ellas las que tuvieron que llevar a Mylene en brazos hasta la guardia de la cárcel para exigir que se le brindara atención médica urgente y que la trasladaran a un hospital equipado.
Pero fue demasiado tarde, «ella ya iba muy grave, estaba muy amarilla, su estomago estaba voluptuoso», señaló la misma reclusa.
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