Sobre el falso argumento del uso de armas químicas por parte del presidente de Siria, Bashar Al Assad, en contra de su propio pueblo, el régimen de los Estados Unidos, bajo las instrucciones de Barack Obama, en el mes de marzo del año 2011 invadió este país acto que hasta la fecha ha dejado un saldo de 210 mil personas fallecidas.
Dentro de esta cifra, se contabilizan 65 mil 146 civiles, incluyendo 10 mil 664 niños, esto sin contar con la cantidad de desaparecidos entre los que destacan 20 mil prisioneros y miles de personas que fueron capturadas por grupos extremistas del Estado Islámico, el cual es apoyado por fuerzas occidentales que son financiadas por EEUU para derrocar el gobierno legítimo de Siria.
Más de 10 millones de sirios han tenido que abandonar sus hogares y 3 millones de niños y niñas han tenido que abandonar los estudios. Para el 2012, en Siria aún vivían más de 20 millones de personas y ahora es un campo desértico, custodiado por fuerzas terroristas que son financiadas y entrenadas por el gobierno norteamericano.
Recientemente, mientras Obama declaraba a Venezuela como una “amenaza inusual y extraordinaria” para el país que preside, EEUU bombardeaba el Hospital Maternal de Siria, matando a varios niños y niñas recién nacidos.
Los intereses que se han mantenido entre los gobiernos del régimen gringo, cada vez son más claros. Estados Unidos buscó como aliado regional a Israel, país enemigo por antonomasia del pueblo árabe, con el fin de dominar el control sobre el gas natural que posee Siria, además de ser un puente estratégico entre Europa y Oriente Medio.
El gobierno estadounidense busca el dominio sobre el mercado de gas y obtener nuevas fuentes económicas, además del control de la mayor parte del mundo y sus riquezas naturales.
La típica reacción belicista de EEUU proviene de
la negación por parte de Al Assad de seguir las instrucciones imperialistas. En consecuencia Siria dejó de ser un país libre y soberano para estar bajo la permanente amenaza de ser atacados por fuerzas militares estadounidenses, quienes además financian, entrenan y arman a la oposición y a grupos extremistas de Israel.
Recientes fotografías tomadas a más de 800 kilómetros de la Tierra por la universidad china de Wuhan, evidencian las terribles consecuencias de la invasión gringa a Siria, en las que se muestran cómo el 83% de las luces de sus ciudades y pueblos se han ido apagando durante los últimos 4 años, dejando en evidencia las calamidades a las que se ha tenido que enfrentar el inocente pueblo sirio.