De inmediato no hay saldo de víctimas ni precisiones sobre el número de probables víctimas del bombardeo, el cuarto de los últimos días.
La censura militar israelí anunció que el ataque estuvo dirigido «contra instalaciones subterráneas para el lanzamiento de cohetes y una instalación terrorista».
El Gobierno israelí califica de terroristas a las personas y organizaciones que se oponen a su ocupación militar de los territorios palestinos.
Las organizaciones palestinas reivindican el derecho a combatir por cualesquiera medios la ocupación de Gaza y Cisjordania.
Desde diciembre pasado la aviación y la artillería israelíes han escalado los ataques contra la franja, uno de los territorios más poblados y pobres del mundo, bloqueado por aire, mar y tierra hace casi siete años.
En noviembre de 2012 Israel atacó Gaza por aire, mar y tierra durante varias semanas y causó la muerte de más de 180 personas, la mitad mujeres y niños, casi dos mil heridos y la devastación de parte de esa ciudad.
El ataque de hoy coincide con la visita aquí de una delegación de alto nivel del movimiento Al Fatah, la más numerosa y antigua organización nacionalista palestina, para adelantar la reconciliación con Hamas, la organización islamista que gobierna esta localidad.
La víspera el jefe del grupo de trabajo, Nabil Shaath, dijo que la reconciliación con Hamas «esta lista para entrar en vigor» y anunció la llegada en breve a la franja de Azzam Al Ahmad, el jefe del grupo de trabajo encargado de ultimar los detalles de la unificación de ambos movimientos.
Al Fatah y Hamas están enfrentados desde que la entidad islamista ganó las elecciones legislativas y tomó control de la franja en 2006.
Varios esfuerzos para lograr la reconciliación a través de la formación de un gabinete de unidad nacional fracasaron hasta que semanas atrás el líder en el exilio de Hamas, Khaled Meshaal, expresó su apoyo al presidente palestino, Mahmoud Abbas, en las conversaciones con Israel.