Israel se opuso este viernes tajantemente a la decisión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas de crear una comisión que investigue la política de asentamientos en Cisjordania.
«Es un Consejo de Derechos Humanos hipócrita con una mayoría antiisraelí automática», dijo el primer ministro, Benjamin Netanyahu, según el diario Jerusalem Post. Los participantes deberían «avergonzarse» de su comportamiento, agregó.
Este organismo de Naciones Unidas, con sede en Ginebra, aprobó el jueves 22 de marzo,por 36 votos a favor, uno en contra (Estados Unidos) y 10 abstenciones investigar las consecuencias de los asentamientos judíos en la Cisjordania palestina, así como en la parte árabe de Jerusalén.
En cambio, Israel acusó al Consejo de Derechos Humanos de ser parcial. «Hasta la fecha, este consejo ha tomado 91 decisiones, de las cuales 39 están relacionadas con Israel, tres con Siria y una con Irán», dijo Netanyahu. «Basta escuchar las declaraciones del representante sirio sobre los derechos humanos para comprender lo alejado que está el Consejo de la realidad», agregó el jefe de gobierno, según el diario.
El acuerdo
Para su ejecución, el CDH decidió enviar «una misión internacional independiente de investigación» a los territorios palestinos. El objetivo es estudiar «las repercusiones de los asentamientos israelíes en los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales del pueblo palestino del territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén Oriental».
La resolución adoptada este jueves fue promovida por Bolivia, Cuba, Mauritania (por el grupo de Estados Árabes), Pakistán (por la Organización de Cooperación Islámica), Palestina y Venezuela, entre otros países y agrupaciones.
El texto reafirma que la edificación de los asentamientos israelíes en los territorios ocupados, incluida Jerusalén Oriental, es ilegal conforme al derecho internacional y obstaculiza una solución basada en la creación de dos Estados.
También condena los anuncios de Israel de que construirá nuevas viviendas para colonos israelíes en la Ribera Occidental y Jerusalén Oriental y sus alrededores y exhorta a Tel Aviv a retractarse de inmediato de esas decisiones.
Precisa que la actividad de asentamientos conlleva la expropiación de tierras, la demolición de viviendas, la confiscación y destrucción de bienes, la expulsión de palestinos y la construcción de carreteras de circunvalación.
Entre otros temas, los palestinos condicionaron la reanudación de las conversaciones de paz a que se detenga la construcción de asentamientos. Por su parte, Israel afirma que rechaza todo requisito previo para unas conversaciones y asegura que ese tema se tratará directamente en la mesa de negociación
El Ciudadano / Télam / PL