Este miércoles 28 de septiembre se dio a conocer que la Conferencia Episcopal de Chile (Cech) en agosto borró desde su web la lista, con nombres y apellidos, de 31 sentencias condenatorias contra religiosos de la Iglesia Católica en Chile, tanto penales como canónicas, respecto de delitos cometidos contra menores de edad.
Una información proporcionada por el Consejo Nacional de Prevención de Abusos a Menores de Edad, pertenciente al Episcopado, y que ahora ya no es posible ver, pues ha sido reducida solo a datos, como el total de sentencias, el ámbito en el que se produjeron los abusos y al tipo de sacerdotes que los llevaron a cabo.
La respuesta del Episcopado, entregada a través del Secretario General Adjunto Jaime Coiro, sostiene que esa información «de dominio público» ha estado disponible durante cinco años y que en agosto «la Secretaría General de la Conferencia Episcopal de Chile, que es el organismo responsable, entre otras competencias, de la información pública del Episcopado, por indicación del Comité Permanente, ha considerado oportuno modificar esta lista».
La actual versión del documento omite los nombres de los clérigos condenados, señala el Episcopado, «considerando que todos los casos han sido de conocimiento público y algunos de los culpables de estos gravísimos delitos han fallecido o terminado el cumplimiento de sus penas».
La entidad agrega que «como expresión de la transparencia» existe la posibilidad de que esta nueva versión ofrece «a toda persona que desee formular una consulta específica o requerir información particular sobre esa materia, una dirección electrónica de la Secretaría General de la CECh para hacer llegar sus consultas».
El registro estadounidense
El periodista Juan Carlos Cruz es una de las víctimas y denunciantes del sacerdote Fernando Karadima. En conversación con El Ciudadano señala que «los obispos encubridores chilenos están, por supuesto, escondiendo las cosas como siempre, sin embargo, no se dan cuenta que por mucho que traten de esconder las cosas salen a la luz, y sus mentiras y su delincuencia salen a la luz».
Cruz añade al respecto que la organización internacional Bishop Accountability está terminando su página con un registro de curas abusadores sexuales chilenos más sus encubridores. «Tendremos el gusto de ver a (Francisco Javier) Errázuriz, a (Ricardo) Ezzati, a los obispos de El Bosque, a todos los que han encubierto, y todo muy documentado», señala. El periodista explica que, por la calidad de su documentación, este sitio es usado en juicios por abusos sexuales de religiosos en Estados Unidos y otras partes del mundo.
«Como siempre, les sale el tiro por la culata. Donde tratan de esconder, hay alguien que pone luz, así es que a Ezzati, Errázuriz y a los obispos de El Bosque, que son unos criminales, nuevamente les sale al revés lo que querían hacer», apunta Cruz, quien agrega que lo que ha ocurrido «es una lástima, porque en la Iglesia hay mucha gente buena que se ven empañados por delincuentes».
Daniel Labbé Yáñez