Interesado por los derechos humanos de los menores recluidos en los hogares del Sename el periodista Javier Rebolledo, se enteró de que en uno de los centros de la institución se encontraron cinco cédulas de identidad en un closet gigantesco de doble fondo. Quienes trabajaban allí sólo sabían que desde hace tiempo estaba ese mobiliario. Cuando empezó a averiguar supo que el lugar antes había sido el cuartel Cuatro Álamos de la DINA, la policía secreta de Pinochet. Ahora se llamaba Hogar de menores El Arrayán.
“Buscando las identidades encontré que una correspondía a un torturado y la otras cédulas eran de personas diferentes. En el Codepu una persona me pasó para revisar un tomo de Tejas Verdes para que lo revisara. Era sobre torturas. Fue abismante lo que se decía en el documento. Los testimonios de Tejas Verdes constituyeron mi segundo libro, El despertar de los Cuervos”- cuenta Rebolledo.
¿Qué te interesó de Tejas Verdes?
– Me interesó porque se formó un centro de torturas ahí y se formó la primera unidad de entrenamiento de la DINA. El origen de la DINA es Tejas Verdes. Los detenidos eran conejillos de india. Me dio mucha indignación eso y ahí formé mi compromiso con el tema de los derechos humanos.
Ya en 2012, Rebolledo había publicado La danza de los cuervos, libro que reveló la existencia de un desconocido cuartel de la DINA en la calle Simón Bolívar. El silencio que tapó dicho cuartel fue porque todos los detenidos que llegaron allí estaban condenados a muerte. Nadie salió vivo.
Manuel Contreras murió hace poco. Llama la atención la eficiencia y crueldad con que desempeñó las tareas encomendadas por Pinochet ¿qué opinas?
– No soy psicólogo, pero tengo la impresión de que es un psicópata, porque no experimenta culpa ni remordimiento. Voy para ese lado. Ya todos sabemos que supo y digitó todo lo que hicieron sus subordinados. La Brigada Lautaro que él formó y era su guardia pretoriana en el Cuartel Simón Bolívar cometió los peores crímenes en la historia de Chile. Nunca fue capaz de reconocer, pedir disculpas o sentir remordimientos, un tema que creo más personal, pero que nunca mostró. Hay una separación entre lo moralmente reprochable y lo que él cree que debe y está permitido hacer en nombre de la patria. Hay una disociación, una diferencia abismante.
¿Qué crees que lo motivaba?
– Ansia de poder. Creo que funcionaba como una mafia. Su afán no era congraciarse con el resto. Era un poder en si mismo. No sé si hizo cosas a espaldas de Pinochet, pero tenía un grado de autonomía único. Todos sabemos que Contreras al final se peleó con Pinochet, pero hizo lo mismo que hizo el dictador con sus subalternos, eso de no reconocer que había dado las órdenes.
Después de haber evidenciado los beneficios que tuvo su trabajo para los grandes grupos económicos ¿se habrá preguntado sobre para quién trabajó?
– Creo que no. Pero su familia se relacionó muy bien. Hay un vínculo Moller Contreras, de la constructora Moller & Pérez Cotapos. Esos quedaron muy bien amarrados. Por eso creo que no tienen gran descontento porque recibieron su parte. Además, la realidad del Ejército antes era paupérrima. Se arreglaron los bigotes en dictadura y recibieron muchas prebendas. Manteniendo las diferencias, porque militares siguen siendo. Nunca los dejarán entrar en la casta empresarial.
LA PARTICIPACIÓN DEL GRUPO MATTE Y EL CLAN KAST
En el libro A la sombra de los cuervos cuentas de la complicidad del grupo Matte en el asesinato de obreros forestales en Laja.
– De la planta de la CMPC en Laja le pasaron a carabineros la micro en donde fueron trasladados los 19 trabajadores forestales que fueron asesinados. También el capataz de la empresa indicó a la policía a quienes debían detener y los cuerpos fueron encontrados en un predio arrendado a Forestal Mininco. ¿A quién le avisaron cuando encontraron los cuerpos? a Roberto Izquierdo Menéndez, uno de los gerentes de Mininco y hoy uno de los hombres más ricos de Chile.
Pasar de 44 mil hectáreas que tenían los Matte a 670 mil hoy da cuenta de que la dictadura para ellos fue un éxito.
– Porque se vieron financiados por la reprivatización de Inforsa y por el DL 701, que subsidia hasta el 75% de las plantaciones forestales. La idea venía siendo tramitada desde el gobierno de Frei Montalva por un funcionario de la papelera. Era Fernando Léniz, que cuando llega como al Ministerio de Economía en dictadura promulga ese decreto. Al mismo tiempo estaba en Conaf Julio Ponce Lerou, que también era funcionario de la papelera y tenía a su cargo todos los predios de reforma agraria que habían sido devueltos a los dueños anteriores. Los otros los vendió barato a la CMPC. Según El Mercurio, la CMPC es la base de la fortuna de la familia Matte.
La misma que mantiene el CEP, cuyas encuestas marcan la pauta mediática y política en Chile…
– Un centro de pensamiento y de influencia social que se ha sabido posicionar como referente. Hecho a la medida de la familia Matte, es parte de la gran transaca que se hizo entre la Concertación y los civiles. Ya se supo que la familia Matte es uno de los grandes financistas de las campañas políticas. Me llama la atención que un presidente socialista, como Ricardo Lagos, sea el favorito de la familia Matte, el mismo que aplicó la ley antiterrorista en el sur de Chile contra los mapuche.
También en tu último libro das cuenta de la familia Kast y el asesinato de campesinos en Paine. Hoy Felipe Kast aparece renovando la derecha a través de Evopoli.
– Con la última salida de Felipe Kast en Cuba, creo que hay una explotación del tema de los derechos humanos. Me parece muy raro que aparezca ahora en una marcha de las damas de blanco en Cuba cuando jamás ha hecho nada por los derechos humanos en Chile ¿Hace cosas por los DDHH fuera de Chile sin ser capaz de hacerlas acá? ¿Cuál es la idea? El señaló a la prensa que en dictadura habría sido funcionario público apoyando la dictadura, al igual que su papá.
¿Hay una conexión entre los crímenes de la dictadura y el actual modelo económico chileno?
– Por supuesto. Mi tesis es que en este país el cambio económico no podría haber sido realizado sin las violaciones a los derechos humanos que se cometieron. Es un tema indivisible.
Eso ya lo planteó Orlando Letelier en 1974.
– Ajá. Tal cual.
PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN EN CHILE
¿Qué te parece que periodistas que han desarrollado periodismo investigativo en Chile como Patricia Verdugo y María Olivia Mönckeberg no fueron consideradas por los grandes medios?
– Es evidente que es por la concentración de medios en manos del banquero Álvaro Saieh y de Agustín Edwards, instigador y ayudante del golpe y de la dictadura. Esos patrones no quieren contratar a gente que diga verdades incómodas. Respecto de Patricia Verdugo, ella junto a varios y varias más, hicieron el trabajo cuando era peligroso hacer estas investigaciones, cuando aún estaban operando los servicios de inteligencia.
¿Te sientes conectado con el camino abierto por ellas?
– Creo que es como un relevo. Ellas generan una verdad ya mi me toca trabajar en un momento de la historia en que las cosas se han decantado y llegar a otros sectores de la sociedad para saber que pasó.
Hace poco, ya en democracia, junto a otro periodista que también investigaba sobre derechos humanos, experimentaste un extraño robo de computadores…
– No hablo sobre delincuentes, es darle cuerda. Me arreglo con los libros que hago.
Mauricio Becerra R.
@kalidoscop
El Ciudadano
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