El pasado 18 de diciembre el joven mapuche Brandon Hernández (17), en el marco de un procedimiento de Carabineros, recibió un tiro a quemarropa y por la espalda, agresión ocurrida en el sector de Curaco, en Collipulli.
En conversación con Radio Cooperativa, Hernández -quien ha debido permanecer internado desde entonces en la Clínica Alemana de Temuco- pidió este jueves «que se haga justicia».
«Yo recuerdo todo. Recuerdo que estaba con mi hermano arreglando el auto y él salió a andar en bici y lo agarraron a él. Los cinco carabineros lo ataron a él y yo fui corriendo a defenderlo. En eso me agarran a mí, me tiran al suelo, me ponen el pie sobre la espalda y me disparan», narró el joven.
Brandon sostiene que el disparo «fue intencional». Una versión opuesta a la de Carabineros, institución que desde un comienzo ha asegurado que la descarga del arma antimotines por parte del sargento segundo Cristian Rivera, perteneciente al retén de Pailahueque, fue «accidental».
«Quiero que se haga justicia por lo que me hicieron. Hay tanta gente víctima ahora hoy en día, abuelos, ancianos, todos. Niños jóvenes le apuntan los carabineros como si nada, se creen todo», criticó Hernández.
Según detalló la familia del joven a Cooperativa, éste aún presenta problemas para mover las piernas producto de las lesiones que posee.