Tuvieron que pasar 793 días para que las familias de Ximena Quijano Hernández, José Antonio Parada Cerpa, Francisco Javier Tirado Márquez, y Josué Emanuel Vital Castillo, tuvieran “un poco de justicia”, después de haber sido asesinados en febrero de 2020, en el municipio de Huejotzingo en el estado de Puebla.
La jueza de distrito Ana Alicia Rodríguez Ponce impuso una pena de 68 años de prisión preventiva contra Lisset N, Pablo Jesús N, y Ángel N, detenidos el 25 de febrero de 2020 por su participación en el multihomicidio de tres estudiantes de medicina y un conductor de la plataforma Uber.
Indicó que cada uno de los imputados deberá purgar una pena de 18 años por el delito de robo agravado de vehículo, así como otra condena de 50 años por el asesinato de cuatro personas.
A su vez, se determinó que cada uno de los responsables deberá hacer un pago de 2 millones 986 mil 852 pesos, como parte de la reparación de daños. Explicó que tendrán que entregarle a cada una de las familias de las víctimas el monto de 7 mil 393 pesos por el concepto de gastos fúnebres.
También deberán pagar la cifra de 616 mil 100 pesos por el concepto de reparación de daños económicos, así como 123 mil 220 pesos por el concepto de reparación de daños morales, es decir un total de 746 mil 713 pesos por víctima.
Por otra parte, Ricardo Fernández Fuentes, apoderado legal de las familias de los tres estudiantes, aseguró que los sentenciados no tendrán la oportunidad de obtener su libertad antes de los 68 años por “buen comportamiento”, pues la sentencia dictada es definitiva y sin apelaciones.
“El fallo es un fallo completo, es un fallo bien hecho, es un fallo que contiene los parámetros que el código nacional establece respecto a la intencionalidad, y de la participación en la comisión del delito, se les impuso la pena máxima porque se demostró que actuaron con dolo, con intención, con ventaja, y sobre todo con todo el ánimo de afectar a un ser humano, que en este caso fueron cuatro, por lo tanto, el fallo es congruente con lo que dice la ley, se hizo justicia”
Ricardo Fernández Fuentes
Apoderado legal de las familias de los tres estudiantes
La larga espera
Cerca de las 12:30 horas de este martes 26 de abril, los padres de Ximena Quijano Hernández, José Antonio Parada Cerpa, y Francisco Javier Tirado Márquez ya esperaban nerviosos al interior de la Casa de Justicia del Estado de Puebla, ubicado sobre la 11 Sur.
Sin embargo, la espera para conocer la sentencia de los asesinos de sus hijos tuvo que ser más larga, pues, a pesar de que la audiencia estaba pactada para comenzar a las 13:00 horas, se aplazó dos horas más por “problemas técnicos”.
Al filo de las 15:00 horas, la jueza dio inicio a la audiencia condenatoria, sólo para declarar un receso pocos minutos más tarde, esto para garantizar el derecho a la salud de Pablo Jesús N, quien manifestó sentirse mal a causa de la aplicación de su segunda dosis contra la covid-19.
Una hora más tarde, se reanudó la audiencia, pues el médico partero Juan Carlos González Flores, adscrito a la Secretaría de Seguridad Pública, determinó que el acusado presentaba condiciones de salud óptimas para permanecer en el sitio.
Entre rezos, los padres de los estudiantes de medicina, esperaron el momento en el que los jueces indicarán la sentencia contra los asesinos de sus hijos, minutos más tarde, las plegarías se convirtieron en abrazos, jubilo, y lágrimas al conocer que los tres acusados serían condenados con la pena máxima.
“Regresamos a Colombia la tranquilidad de que la justicia sí existe”
La resolución de los jueces poblanos dio tranquilidad a las familias de los tres estudiantes, como Francisco Javier Tirado Madrid, quien afirmó que con lo que vivió “vuelve a creer en la justicia mexicana”.
Él y su esposa, no pudieron acompañar en su cumpleaños a su hija, para viajar desde Xalapa, Veracruz a la ciudad de Puebla para estar presentes y pedir justicia para su hijo, quien estudiaba medicina en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
“Esto nos da un poquito de paz, con esta sentencia cerramos un ciclo, y calmamos un poquito el dolor que estas personas nos causaron, nunca nos vamos a recuperar porque nos mataron a cuatro familias, no sólo a cuatro personas, mataron a cuatro familias, el dolor jamás se va ir, el dolor siempre va a permanecer, pero nos vamos con la tranquilidad de que se hizo justicia”
Cristina Márquez
Madre de Francisco Javier
En tanto, que Sonia y su esposo Jorge, padres de Ximena Quijano Hernández, dijeron sentirse tranquilos al “saber que estas personas no van a volver a hacerle daño a nadie en sus vidas”, mientras que Angélica, madre de José Antonio Parada Cerpa aseguró que regresan a Colombia con la tranquilidad de que «la justicia sí existe”.
“Nos vamos para Colombia con la tranquilidad de que se hizo justicia, ellos no van a volver a salir en su vida para volver a hacer más daño a la comunidad, más daño a la sociedad mexicana, es un ejemplo de que la justicia existe”
Angélica Cerpa
Madre de José Antonio Parada
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Foto: Fiscalía General del Estado y Jesús Arróniz