En Puebla, fue imputado por violencia vicaria un padre que negó la convivencia de sus hijas con la madre, lo cual sienta un precedente al ser la segunda vinculación a proceso de este delito en América Latina.
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El indiciado, Rubén N, enfrentará en prisión preventiva los cargos de violencia familiar y económica, con agravante de violencia vicaria, en agravio de Jesica Estrada, quien desde hace ocho meses no puede ver a sus hijas.
La determinación del juez ocurrió durante la audiencia del pasado miércoles, en Casa de Justicia de San Andrés Cholula, cuando Jesica acudió con mujeres del Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria, para pedir justicia por su caso.
La madre denunció que Rubén N. suspendió las convivencias con sus hijas, luego que un juez de lo familiar dio la potestad a Rubén N hace dos años, ya que inculpó a Jésica de un presunto robo. Aunque fue absuelta del señalamiento, durante la averiguación el juez otorgó la custodia provisional al padre.
La madre celebró la determinación del juez de Oralidad de lo Penal de Casa de Justicia de Cholula, Juan Carlos Malpica, al resaltar que se aplicó la ley que protege a las madres y que fue recientemente tipificada en Puebla.
«Hoy después de más de dos años, sé a qué sabe la justicia, no más violencia vicaría, no más violencia familiar, no más robo de infancias», expresó la madre en sus redes sociales tras la acción de la autoridad judicial.
El primer caso de vinculación a proceso por este tipo de violencia también ocurrió en Puebla y fue contra la expareja de Andrea Lezama, del Colectivo de Amorosas Madres Contra la Violencia Vicaria (CAM-CAI), cuyo hijo fue sustraído durante más de seis años.
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Foto: Agencia Enfoque
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