Krassnoff suma 7 años de condena a los más de 250 que ya acumula

Miguel Krassnoff

La Corte Suprema confirmó la condena de cuatro agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por su responsabilidad en el delito de secuestro calificado de Amelia Bruhn Fernández, ilícito perpetrado a partir del 4 de octubre de 1974, en la Región Metropolitana.

En fallo dividido, la Segunda Sala del máximo tribunal ratificó las penas dictadas en contra de Miguel Krassnoff Martchenko, de 7 años de presidio, y César Manríquez Bravo, Orlando Manzo Durán y Ciro Torré Sáez, a 5 años y un día de presidio.

Krassnoff ha acumulado condenas de prisión por más de 250 años por diferentes crímenes en los que participó, siendo la “Operación Colombo”, en donde se asesinó a 119 opositores a la dictadura, uno de los más emblemáticos de ellos. El ex militar, que cumple condenas desde el 28 de enero de 2005, suma sentencias de privación de libertad en su contra hasta al menos el año 2272.

El fallo de primera instancia, dictado por el ministro en visita Mario Carroza, estableció que el 4 de octubre de 1974 agentes armados de la DINA, pertenecientes a la brigada «Caupolicán» del grupo «Halcón», luego de allanar el departamento donde vivía Amelia Bruhn, fueron a buscarla a su lugar de trabajo, una empresa de decoración de interiores, en Santiago Centro. Al enterarse a través del dueño de la empresa que la mujer concurriría más tarde, los agentes deciden esperarla y al llegar la detienen junto a una amiga que la acompañaba, las interrogan y luego las trasladan al centro de reclusión clandestino de calle José Domingo Cañas, denominado cuartel Ollagüe.

En ese lugar son sometidas a torturas y al día siguiente dejan libre a su amiga. Ella en cambio, luego de intensos interrogatorios, es llevada al centro de prisiones secreto de Cuatro Álamos, donde la mantienen en una celda junto a otras detenidas, en calidad de incomunicadas. Posteriormente vuelven a llevarla a José Domingo Cañas, hasta que un día «sus compañeras se dan cuenta que unos agentes van a buscarla a ese lugar y una vez que la identifican, le señalan que no es necesario que lleve nada porque regresaría, pero la trasladan a un destino desconocido, siendo esa oportunidad, la última vez que la ven con vida».