La estatua del almirante Cristóbal Colón que se erige en el emblemático Central Park de Nueva York amaneció hoy con varias pintadas, en medio del debate que ha surgido en la ciudad sobre su posible retirada.
«El odio no va a tolerarse», escribieron con pintura blanca en la base de la estatua ubicada en unos de los costados de Central Park, junto a otra pintada en la que se puede leer «Something is coming» («Algo está a punto de pasar»).
Las pintadas fueron descubiertas a primera hora de la mañana por un empleado de la agencia encargada de supervisar el mantenimiento del parque neoyorquino y la Policía ha abierto una investigación al respecto, según detalla el periódico New York Post.
El monumento a Colón atacado fue un regalo en 1892 de inmigrantes italo-estadounidenses y da nombre al popular sector Columbus Circle, donde se ubica uno de los famosos hoteles del ahora presidente Donald Trump y una de las estaciones del metro más conocidas de la ciudad.
En Nueva York se ha puesto en marcha una revisión de los posibles «símbolos de odio» ubicados en espacios públicos de la ciudad, tras los incidentes registrados en Charlottesville (Virginia) y el debate generado en todo el país sobre los monumentos confederados.
La semana pasada, el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, dio a conocer los integrantes de la comisión que evaluará qué monumentos podrían ser eliminados de propiedades públicas de la ciudad por ser «símbolos de odio».
Los estadounidenses debaten desde el pasado agosto si deben retirarse los monumentos dedicados a los contendientes confederados en la Guerra Civil estadounidense, por encarnar la defensa de la esclavitud y del racismo.
Entre los partidarios de retirar la estatua de Colón destaca la presidenta del concejo municipal, Melissa Mark-Viverito, quien considera que la figura del almirante es «controvertida» para muchos caribeños.