En Qatar continúa la explotación laboral incontrolada, ya que las autoridades no llevan a cabo reformas significativas, ha manifestado Amnistía Internacional hoy, cuando van a cumplirse cinco años desde que el país consiguiera el derecho a acoger la Copa Mundial de la FIFA en 2022.
A pesar de la gran difusión pública de las terribles condiciones que soportan la mayoría de los obreros de la construcción migrantes, las autoridades qataríes no han hecho casi nada para poner fin de manera efectiva a la explotación laboral crónica.
“Apenas se ha hecho nada para abordar los abusos incontrolados contra los trabajadores migrantes. La persistente tardanza en llevar a cabo reformas laborales en Qatar conduce irremediablemente al desastre en materia de derechos humanos”, ha señalado Mustafa Qadri, investigador de Amnistía Internacional sobre los derechos de las personas migrantes en el Golfo.
“Las propuestas de reforma del gobierno no abordan los problemas esenciales que dejan a tantos trabajadores a merced de su empleadores, e incluso estos cambios están tardando en realizarse.
“Si no se toman medidas –y pronto– todos los aficionados al fútbol que visiten Qatar en 2022 deberán preguntarse hasta qué punto pueden asegurar que no se han beneficiado de la sangre, el sudor y las lágrimas de los trabajadores migrantes.
“La FIFA también ha tenido mucho que ver en esta lamentable situación. Sabía que había problemas de derechos laborales en Qatar. Debe trabajar en estrecha colaboración con las autoridades qataríes y sus socios empresariales para garantizar que la Copa Mundial no está basada en la explotación”.
Transcurridos ya cinco años, Qatar tiene todavía que llevar a cabo importantes reformas laborales
Amnistía Internacional ha realizado cinco visitas de investigación a Qatar en los últimos cuatro años para examinar las condiciones de la población trabajadora migrante, que se espera que ascienda a dos millones de personas en los próximos dos años. En un informe de mayo de 2015 se determinaron nueve cuestiones fundamentales sobre los derechos de los trabajadores migrantes. Qatar no ha abordado en absoluto cinco de ellas, a saber:
- Pago puntual de los sueldos: En febrero de 2015 se creó por ley un sistema de protección salarial que obliga a los empresarios a pagar a sus trabajadores puntualmente, por medio de ingresos bancarios directos, pero la ley no ha entrado en vigor hasta noviembre. El pago de los sueldos con retraso es un problema generalizado, que pone a muchos trabajadores migrantes y a las familias que dejaron atrás en su país en una situación desesperada.
- Compromiso de aumentar el número de inspectores de trabajo hasta 400 antes del final de 2015: aplazado hasta el final de 2016.
- Reforma del restrictivo sistema de patrocinio conocido como “kafala”, causa fundamental de los problemas de los trabajadores migrantes: los limitados cambios prometidos en mayo de 2014 no se introdujeron hasta octubre de 2015 y no comenzarán a aplicarse hasta el final de 2016. Con el nuevo sistema seguirá siendo necesario el consentimiento del empleador para que los trabajadores cambien de trabajo o salgan del país.
El obrero de la construcción Ramesh (nombre ficticio) explicó a Amnistía Internacional cómo el sistema hace que los trabajadores les resulte aún más duro defender sus derechos:
“Fui a la oficina de mi jefe para decirle que quiero volver a casa porque siempre me pagan con retraso. Me dijo a gritos: ‘sigue trabajando o no te irás nunca’.”
“Con el sistema ‘kafala’ a un empleador sin escrúpulos le resulta también muy sencillo salirse con la suya si paga los suelos con retraso, alojar a los trabajadores en viviendas precarias y donde están hacinados o amenazar a los trabajadores que se quejan de sus condiciones. Es por eso que el sistema “kafala” necesita una revisión profunda, no sólo remiendos superficiales”, explicó Mustafa Qadri.
“Los trabajadores migrantes continúan encontrando impedimentos y retrasos para acceder al sistema de justicia y no se les permite fundar sindicatos ni afiliarse a ellos. Miles de ellos consiguen aún a duras penas recibir atención de la salud adecuada y otros servicios básicos, tardan en obtener el permiso de residencia o viven y trabajan en condiciones intolerables.”
La FIFA es clave para poner fin a los abusos laborales en Qatar
La FIFA apenas ha hecho nada concreto en los últimos cinco años para presionar a quienes van a acoger su principal evento deportivo, ha manifestado Amnistía Internacional. La prueba más reciente de ello es que no ha investigado, como prometió en mayo, la detención de los periodistas británicos y alemanes que intentaron investigar las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores migrantes.
Amnistía Internacional pide a la FIFA que presione a las autoridades qataríes para que lleven a cabo reformas a fin de proteger los derechos de los trabajadores migrantes y hagan un seguimiento de su implementación.
La organización pide también a la FIFA y a sus socios empresariales que establezcan sistemas de diligencia debida en materia de derechos humanos para identificar y prevenir los abusos contra los derechos humanos relacionados con la celebración de la Copa Mundial.
“La FIFA has hecho lo imposible por la Copa del Mundo de Qatar, llegando incluso a pasar de verano a invierno la celebración del campeonato. Pero aparte de ocasionales declaraciones públicas, la organización no ha establecido un programa claro y concreto con el que presionar a Qatar para garantizar que se respetan los derechos de los trabajadores migrantes”, ha afirmado Mustafa Qadri.
“Es posible que la FIFA se encamine a un nuevo liderazgo en 2016, pero no podrá superar sus actuales retos mientras no deje claro que la celebración de la Copa Mundial en Qatar está supeditada al respeto de los derechos humanos.”