Osvaldo Andrade, presidente del PS, realizó un mea culpa como bloque y partido respecto de los conflictos atendiendo a la imposibilidad de emitir declaraciones desafortunadas y destacó la realización del encuentro en momentos en los que comienzan a disiparse las tensiones que han estado presentes en el oficialismo, según han manifestado los medios de prensa en estos últimos días.
Ignacio Walker -Presidente de la DC- por su parte, destacó la participación de su partido en la Nueva Mayoría y aseguró que, si bien, han habido roces con el PS y el Partido Comunista, en definitiva no se vive un clima de tensión dentro de la coalición.
Lamentablemente, en este acuerdo de paz, de reconciliación nacional y de buenas voluntades, Andrade le quitó celeridad a la despenalización del aborto, como materia legislativa, señalando que hay una gran cantidad de iniciativas que deben ser legisladas, que deben ingresar al Ejecutivo y que también se encuentran dentro del programa.
Según Fulvio Rossi, senador del PS, deben cumplir con las prioridades de La Moneda, cosa que no le restaría importancia al tema del aborto terapéutico ya que es parte de la agenda de Derechos Humanos.
Sin embargo, al quitarle celeridad al proyecto legislativo, sólo son palabras de buena crianza ya que, en concreto, la DC ha vuelto a golpear la mesa con sus principios católicos que siguen coartando los derechos fundamentales de todas las mujeres que seguimos siendo postergadas en beneficio de la política y de quienes se encuentran en el poder.
Es de esperar que los violadores, los fetos inviables y los peligros vitales de las madres se detengan a esperar a que corra la agenda legislativa, porque hasta el momento eso sigue sucediendo y las mujeres continuamos siendo criminalizadas por ser víctimas de un sistema injusto, que fue impuesto autoritariamente por la dictadura.