La historia ya es conocida: Martín Larraín, el hijo de Carlos Larraín, protagonizó un accidente ocurrido el 18 de septiembre de 2013 que terminó con la vida de Hernán Canales. Tras dos juicios, el hijo del ex timonel de Renovación Nacional salió «libre de polvo y paja». Sin embargo, el segundo juicio, cuya sentencia conocimos los últimos días de diciembre pasado, significaron una burla para la familia de la víctima y para la mayoría del país que se sintió en desventaja con los poderosos.
A razón de esto, el Fiscal Regional del Maule, Mauricio Richards presentó el 7 de enero una recurso de queja en contra de los jueces Claudia Mora, Mauricio Leyton y Víctor Rojas del Tribunal Oral de Cauquenes, quienes absolvieron a Martín Larraín de los cargos imputados en el segundo juicio y que apuntaban a la conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte.En la ocasión el Richards sostuvo que los «magistrados incurrieron en faltas o abusos graves que deben ser enmendados por la Corte de Apelaciones de Talca».
Tras 14 días de presentado este recurso, el diario vespertino La Segunda, dio a conocer la respuesta de los magistrados ante la queja del fiscal Richards. Según esta información publicada hoy, los jueces en cuestión afirmaron que «el Ministerio Público no formuló acusación por este tipo penal, ni ha existido llamamiento por parte del tribunal en torno a recalificar los hechos, por lo que malamente el fundamento que reclama (la fiscalía) puede constituir una falta o abuso grave». Además, indicaron que «lo sometido expresamente a decisión del tribunal fue por el delito de manejo en estado de ebriedad causando muerte y por obstrucción a la investigación que devino en la condena de Sofía Gaete y Sebastián Edwards».
Los jueces insistieron en que la Fiscalía no pudo probar lo que acusaba y dijeron que «la convicción personal de jueces no puede reducirse a un mero acto de fe del contenido acusatorio, debe lograrse en base a la prueba efectivamente rendida en la audiencia y es el resultado lógico y dialéctico de la confrontación, corroboración o constatación surgida durante el debate. Que como insistentemente venimos diciendo, no logró justificar». Sin embargo, reconocieron que cuando Larraín abandonó el lugar de los hechos, donde murió Canales hay un actuar «en el cual reconocemos un comportamiento errático, torpe y moralmente reprochable, pero que no constituye en sí mismo y por si sólo, un delito». Finalmente y tras subrayar que la Fiscalía no pudo probar el delito que acusaba, los jueces señalaron que: «solicitamos se rechace en todas sus partes el recurso de queja intentado por el fiscal regional del Maule Mauricio Richards».
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