La violencia policial contra niños mapuche que niega Rosende

El subsecretario del Interior, Patricio Rosende, se hizo parte de una campaña que busca culpar a los propios mapuche de la violencia policial que sufren niños de las comunidades allanadas


Autor: Mauricio Becerra

El subsecretario del Interior, Patricio Rosende, se hizo parte de una campaña que busca culpar a los propios mapuche de la violencia policial que sufren niños de las comunidades allanadas. La siguiente es una minuta de hechos de violencia imputables a Carabineros de Chile que han afectado a niños mapuche en la Región de la Araucanía entre el 2007 y la fecha reportada por el Observatorio Ciudadano. La semana pasada fue entregada a Rosende, pero el subsecretario de Bachelet porfía en mostrar un video entregado por carabineros.

Los casos detallados por el Observatorio Ciudadano son:

P.Q. (12 años), Temucuicui, Ercilla, 30 de octubre de 2007

P. Q., niño de 12 años de edad integrante de la comunidad Temucuicui, fue baleado con 7 perdigones de escopeta antimotines disparados por efectivos de Carabineros, cuando efectuaban un allanamiento.

La Corte de Apelaciones de Temuco señaló al ver el caso que los hechos podían ser constitutivos de delito, remitiendo los antecedentes al Ministerio Público de Collipulli.


J.M.L. (17 años) y L.M. (16 años), José Guiñon, Ercilla, 21 de junio de 2008

En vísperas del We Xipantu (año nuevo mapuche), Carabineros de Chile allana la casa –que se encontraba sin moradores- de Lorenza Saravia, comunera mapuche de la comunidad José Guiñon de Ercilla, en búsqueda de un supuesto caballo extraviado.  Este procedimiento es advertido por J. M. L. (17 años) y L. M. (16 años), menores sobre quienes carabineros actúa en forma desproporcionada, incluso con el uso de sus armas de servicio.  Producto de lo anterior, J. M. resultó impactado con munición real (calibre 22) en una de sus piernas, y con unos de sus brazos fracturados a causa de golpes que le fueron propinados por los efectivos.

El otro menor, fue golpeado con la culata de la escopeta de servicio de uno de los carabineros, provocándole una fractura de mandíbula.  Ambos menores fueron trasladados al servicio de urgencia del Hospital de Angol, en donde se le ratificaron las lesiones señaladas.

Alrededor de las 22 horas de ese mismo día, carabineros llegó hasta el centro asistencial y procedió a esposar a los jóvenes a sus camas, pues de acuerdo a lo que éstos les informaron, se encontrarían en calidad de detenidos.  Ambos intentaron oponerse ante tan arbitraria e ilegal situación, pese a lo delicado de sus heridas, pero fueron amenazados de ser sedados si mantenían dicha actitud.  Los dos menores permanecieron esposados toda la noche y continuaron así hasta el mediodía del día siguiente, medida que constituye tortura y que aparece como absolutamente desmedida tomando en cuenta su estado de salud.

Cabe destacar que estos mismos jóvenes fueron considerados como víctimas de la violencia policial en un informe que el Servicio de Salud Araucanía Norte elaboró en el 2004 en San Ramón, repartición pública que constató el grave trauma social y las secuelas que experimentan los niños en comunidades mapuche producto de la represión y persecución policial de la que han sido objeto en le marco de los conflictos por tierras.

P.Q.M. (13 años), Temucuicui, Ercilla,  29 de julio de 2008

Cerca de las 11 horas, en los caminos aledaños al fundo Alaska, territorio de la comunidad de Temucuicui, comenzó a divisarse el avance de al menos tres buses de carabineros, además de un carro lanza aguas y un carro lanza gases.  Utilizando diversas vías alternativas al sector, un contingente de más de cien uniformados, fuertemente armados, junto a una gran cantidad de vehículos policiales ingresaron al lugar y procedieron a allanar las viviendas de esa comunidad mapuche.  Ello en razón de una supuesta orden de ingreso y registro emanada del Juzgado de Garantía de Purén, como parte de un procedimiento que buscaría esclarecer e identificar a los responsables de un caso de abigeato que afectó el 21 de julio de ese año al fundo San Luis de Los Sauces.  El caso fue liderado por el fiscal de Purén, Juan Pablo Gerli, quien luego de recibir diversos antecedentes recolectados por la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de carabineros de Angol, solicitó a los tribunales diversas diligencias para dar con el paradero de los animales robados y con los presuntos autores del delito.  Luego de indagatorias y operativos desplegados por los efectivos policiales angolinos, habrían determinado que existía una alta probabilidad de que los responsables estuvieran al interior del fundo Alaska.

El violento allanamiento fue realizado por contingente perteneciente a la prefectura de Malleco, operativo que según ellos, debido a la amplitud del sector a registrar, requirió de tan grueso apoyo logístico e incluso monitoreo desde el aire a través de un helicóptero de carabineros.  Las viviendas y los lugares donde se guardan los animales fueron rastreados minuciosamente por el personal policial en busca de algún indicio que apuntara hacia la causa que es materia de investigación.  El operativo se extendió hasta las 18 horas, donde finalmente las diferentes acciones realizadas por la policía, no logró obtener resultados.  Los efectivos no pudieron determinar el paradero de los animales sustraídos, ni tampoco identificar a los presuntos responsables.  El fiscal de Purén, no descarta nuevos allanamientos al fundo Alaska.

Durante el allanamiento, cerca de un camino interno, carabineros se encontró con P. Q. M., de 13 años, quien se encontraba rodeando los animales de propiedad de su familia.  El menor fue detenido y obligado a subir a un carro policial donde fue interrogado. Al oponer resistencia, fue violentamente agredido con golpes de puño y patada.  Insultándolo, los efectivos de carabineros le preguntaban por animales desconocidos, los lugares donde se esconderían los prófugos y si estos tenían armas.  El niño estuvo detenido durante todo el tiempo en que las fuerzas policiales estuvieron al interior de los cerros de la comunidad, retirándose al finalizar la tarde, para dejarlo más en libertad.

R.H., Temuco, 30 de octubre de 2008

Son detenidos Fénix Delgado y Jonathan Vega, estudiantes de Antropología de la UCT, y el menor mapuche de iniciales R. H., a quienes se les formaliza de conducta terrorista, por supuestamente haber lanzado bombas incendiarias en contra de funcionarios de Carabineros, en el By Pass de la ciudad de Temuco.

Los jóvenes Fénix Delgado y R. H., fueron detenidos en las cercanías del lugar donde se realizó el presunto ataque incendiario a los funcionarios policiales. Luego de ello, los funcionarios policiales detuvieron a Jonathan Vega, en la pensión donde éste vive.  No existían elementos que lo vincularan al supuesto ataque, salvo porque durante el interrogatorio Fénix Delgado dio la dirección de la pensión que compartió con Vega, pero donde hace un año ya  no reside.  Sin embargo este antecedente, unos bototos, un pantalón mojado y una monografía titulada «el neo fascismo en Chile», parecieron sospechoso a los policías.

Durante el  procedimiento seguido, es posible evidenciar un amplio grado de vulneración de las garantías procesales de los estudiantes y del menor imputados.  Al momento de la detención, los funcionarios policiales ejercieron apremios ilegítimos en contra de éstos y luego de su detención se les tuvo recluidos por 5 días en celdas de castigo de la Cárcel de Temuco.  Los familiares de los estudiantes se informaron por la prensa de la detención de los jóvenes, pues no se les permitió llamar para dar cuenta de situación ni a ser asistidos por un abogado.  En el caso del menor mapuche, se acusa de las mismas violaciones a derechos básicos del detenido,  y sus familiares no supieron nada de su paradero durante tres días.

La audiencia de formalización, por cargos bajo la ley antiterrorista, se realizó el 5 de noviembre de 2008.  Cabe destacar que el nuevo proceso penal garantiza que todo detenido debe estar en plazo máximo de 24 horas ante un juez de garantía, pero dada la calificación terrorista invocada, éste plazo se amplía permitiendo largos períodos de privación de libertad sin que un juez que garantice, de allí su nombre, sus derechos.

Jonathan Vega y Fénix Delgado fueron recluidos en dicho centro penitenciario, por un plazo mínimo de ocho meses, que fue el tiempo concedido a la investigación de la fiscalía.  Mientras que en el caso del menor R. H. se decretó arresto domiciliario durante el mismo plazo.

M.T. (10 años) y F. T. (13 años), Yeupeco, Padre de las Casas, 13 de enero 2009.

En la madrugada del martes 13 de enero de 2009 se verificó el allanamiento de la comunidad de Yeupeco, sector de Tres Cerros, Comuna de Padre las Casas, por parte de efectivos de Carabineros de Chile. Dicho allanamiento se realizó por orden de entrada y registro emanado del juzgado de garantía de Lautaro, solicitada por el fiscal Jorge Granada, respecto a los hechos vinculados al incendio que afectó al fundo San Leandro, ubicado a 8 kilómetros de Lautaro, de propiedad del agricultor Pablo Herdener, ocurrido el día lunes 12 de enero a las 01:30 de la madrugada.

Ese día carabineros llegó a la comunidad Yeupeco y, en especial, al domicilio de don Mario Tralcal Quidel de 80 años de edad,  en búsqueda de su hijo, Luis Tralcal, quien de acuerdo a los antecedentes de la investigación estaría vinculado a los hechos.

Los funcionarios policiales al no encontrar a la persona requerida en dicho domicilio se dirigieron  a la vivienda contigua, habitada por Arturo Tralcal, (hijo de Mario y hermano de Luis) quien se encontraba en la vivienda en compañía de sus dos hijos, M.T. de 10 años y F. T. de 13.

Arturo Tralcal, al percatarse de la presencia de carabineros cerca de su vivienda hizo sonar el kull-kull (instrumento de viento mapuche que actúa en señal de alerta). Frente a ella los funcionarios policiales comenzaron a disparar indiscriminadamente en contra de la vivienda en que este se encontraba en compañía de sus dos pequeños hijos. Dado los disparos el niño F.T. salió de la casa rumbo a la vivienda de sus abuelos, siendo interceptado en el camino por carabineros quienes lo encañonaron. Mientras Arturo Tralcal salió de la vivienda para señalar a los policías que en el lugar no había nadie más que él y sus niños, pidiéndoles el cese de los disparos.

Este fue un acto de violencia y agresión desproporcionada con las circunstancias en que ocurrieron los hechos que incluso podrían haber terminado con la muerte de algunas de las personas que se encontraban en el lugar. Hubo agresión a la casa, a los abuelos y a los niños.

En el lugar quedaron las evidencias de gran cantidad de perdigones de goma y metálicos, al igual que cartuchos de colores naranjas, verdes, azules y negras que suponemos tienen distintos efectos.

Cabe mencionar que en ningún momento se realizaron disparos en contra de los funcionarios policiales, como lo señalaron los medios de prensa. Posteriormente los funcionarios policiales se retiraron del lugar y las personas de la comunidad recurrieron a la iglesia católica para denunciar la situación. La información fue corroborada por el padre Fernando Díaz, encargado de la Pastoral Mapuche de la Diócesis de Villarrica de la Iglesia Católica, quien  personalmente constató en terreno los hechos.

Familia Dina Coña, Temuco, 5 de febrero de 2009

El día jueves 5 de febrero, a las 8 pm aproximadamente, en momentos en que la señora Dina Coña retornaba a su casa después de su jornada laboral, se percató que su morada estaba siendo allanada por carabineros del Gope y fuerzas especiales antimotines fuertemente armados. «Cuando llegué yo, me preguntaron si era la mamá de Andrés Gutiérrez, a lo que respondió que sí». Le consultaron por él y al señalar que estaba trabajando de temporero en el norte, le dicen «vamos, usted está detenida».

Al momento del allanamiento estaban en la casa varios de sus familiares, hermanos, su cuñado y dos niños, al que luego se sumó otro menor de edad, sufriendo todos la violencia del actuar policial al ser apuntados con las armas de fuego y siendo lanzados al suelo. «Al niño de ocho años lo hicieron bajarse del segundo piso y le apuntaron en la cabeza», nos cuenta, diciendo además que se le amenazó con que a sus familiares en Temuco también se le iba allanar, situación que hasta ahora no ocurre.

«Estaba la casa toda revuelta y decían donde tienen las armas y las bombas molotov, y yo respondía yo no sé nada ni nadie de nosotros», según afirmó la señora Dina Coña. Los funcionarios no mostraron ninguna orden de allanamiento, ni tampoco existió la presencia de un fiscal «solo dijeron que tenían orden proveniente desde Lautaro», relató.

A ella la trasladaron en calidad de detenida. Ya en el interior de una habitación -que no sabe reconocer-, personal policial de civil la interrogó mostrándole fotos de su hijo. «A su hijo se le busca por atentar contra los intereses de la nación y los bienes de los privados», le dicen. Ella señaló que no tenía idea de nada, y  que su hijo era un «muy buen hijo, estudiante universitario de tercer año de la carrera de Ingeniero Agrónomo y que ahora está en el norte trabajando de temporero para costearse sus estudios».. También denunció que «quisieron hacerme firmar una declaración con cosas que yo no había dicho y les hice borrar lo que tenían escrito».

Informó que también allanaron la casa del papá de su hijo, que vivía en otro sector de la misma comuna. De su casa se llevaron un computador de su hermana y cosas de los niños. «No he podido ni ordenar las cosas que revolvieron de mi casa, no puedo porque lo único que me preocupa ahora es que no sé dónde está mi hijo (llantos)», finalizó.

Familia María Huaquil, Domingo Huenchullán, Los Sauces, 5 de Febrero 2009

El hecho ocurrió el 5 de febrero de este año, en la vivienda de Maria Huaiquil Concha, presidenta de la comunidad mapuche Domingo Huenchullan, distante a unos 20 minutos de la comuna de los Sauces.

Eran cerca de las seis de la tarde, cuando hasta la casa de María Huaiquil llegaron dos personas vestidas de civil que se hacían pasar por compradores de animales y que preguntaron por el dueño de casa.  María se encontraba realizando labores de huerta (único sustento económico que posee), y se asustó al ver llegar varios vehículos y un contingente policial de aproximadamente 50 carabineros de fuerzas especiales.  Todos iban armados y con tenida militar (cascos, protectores y metralletas), y dijeron tener una orden de para ingresar, registrar e incautar medios de prueba por el delito de robo alguien apellidado Gutiérrez Coña.  Durante el registro al interior de la casa, hubo violencia sobre los enseres que en ella se encontraban.

“Me trajinaron todo lo que son documentos, costureros, hilos, ropa interior y cajones donde guardo mi ropa, porque no me alcanza para tener closet y son todo cajones nada más. Echaron todo abajo sin respetar mi casa.  Luego le sacaron fotos a colchones, gorritos pasamontañas que tenía guardados de cuando mis hijos tenían 6 o 7 años y se iban al colegio, y también de rifles a postones.  Acosaron mi casa como si fuera una delincuente, sin saber como ni porque lo hacían”, señala Maria Hauiquil, quien además declara haber sido fotografiada en repetidos momentos por carabineros durante el transcurso del allanamiento.

La señora María indica que carabineros no la hizo firmar acta luego de la incautación de sus enseres y que la orden exhibida por carabineros, solamente estaba escrita a mano.

Los objetos incautados desde la casa de María Huaiquil fueron un bolsón con el nombre “Araucanía tierra viva”, otro del grupo merken de Los Sauces y un bolso de estudiante; un gorro pasamontañas de niño, color azul marino; cinco CDs musicales y 2 disquettes; dos pares de botas entregadas por Conaf y un par de botas para trabajos con moto sierra pertenecientes a José Canio (hijo de María Huaiquil); un folleto, tipo certificado, de electricista entregado en el regimiento Húsares de Angol; piezas de género verde, blanco y café, con los que María Huaiquil elabora bolsos y hace costuras; además de documentos con antecedentes de toda la gente de la comunidad que se encuentra desarrollando un proyecto con el Programa Orígenes.

Las personas que se encontraban en la casa al momento del allanamiento, eran María Huaiquil, su marido y uno de sus hijos, quien se encontraba a su vez acompañado de su esposa e hijo pequeño trabajando la huerta.

Familia Valeria Ñancupil, Temuco, 6 de febrero 2009

A las 8:15 horas del viernes 6 de febrero fue allanado el domicilio de Valeria Ñancupil, ubicado en calle Las Quilas 1275 en la ciudad de Temuco. Fuerzas Especiales de Carabineros llegó hasta su hogar con un despliegue de unos 50 efectivos fuertemente armados, incluidas ametralladoras y objetos contundentes para desarrajar y romper puertas de ser necesario.

Ni ella ni su marido se encontraban en ese momento en el hogar, solo sus dos hijos, quienes permitieron la entrada a los efectivos policiales. Una vez dentro de la casa, procedieron a revisar todo el inmueble, incluso el entretecho, buscando supuestas evidencias.

Al igual que otros casos de allanamiento ocurridos en esos días, los efectivos portaban una orden de «ingresar, registrar e incautar» emanada de la jueza Juzgado de Garantía Lautaro, Hayde Roa.

El menor de edad O.M.Ñ., hijo de Valeria y a nombre de quien estaba extendida la orden de allanamiento, concurrió junto a su madre al Observatorio Ciudadano a denunciar estos hechos. Señalando que al momento de ser conducido al bus policial durante el procedimiento, pudo constatar una lista cerca a 15 órdenes similares.

F.M.M. (10 años), A.A.C.H. (12 años), comunidad de Temucuicui, Ercilla, 2 y 3 de octubre 2009.

La presencia permanente de un fuerte contingente policial en la comunidad de Temucuicui, en la comuna de Ercilla, y los enfrentamientos que allí se han generado entre integrantes de la comunidad y los efectivos policiales, han tenido graves impactos en los niños que allí habitan.  Además de los impactos sicológicos que dicha presencia policial genera en la comunidad, los que han sido constatados por los servicios de salud de la zona, a comienzos de este mes de octubre dos niños fueron impactados por disparos de perdigones efectuados por carabineros.

El viernes 2  de octubre fue herido de un balín de goma en la cabeza, muy cerca del ojo, el niño F. M. M. de 10 años de edad, en momentos en que se encontraba buscando a sus animales.  El disparo fue efectuado por carabineros, quienes se encontraban realizando un operativo en la comunidad.  Al pequeño se le diagnosticó una herida en la región parietal sin compromiso. Si bien el niño está fuera de riesgo vital, permaneció internado en el centro asistencial de Victoria.  El niño aseguró no tener vinculación alguna con las situaciones de conflicto que en ese momento se verificaban en Temucuicui.

Otro caso fue el que afectó a el niño A. A. C. H. de 12 años de edad, también de Temucuicui, quien el sábado 3 de octubre recibió el impacto de un perdigón en sus piernas, siendo internado en el centro asistencial de esa comuna.  La familia denunció que el niño fue atacado a mansalva por los carabineros dentro del predio de la comunidad, y en un lugar distante de donde en ese momento se verificaban enfrentamientos entre el contingente policial y los integrantes de la comunidad.

F. P. M. (14 años), comunidad de Rofúe, Padre las Casas, 5 octubre 2009.

El día 5 de octubre pasado, F. P. M. fue objeto de grave maltrato de obra y de palabra por efectivos del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gope) de Carabineros con serio peligro para su vida, integridad física y síquica.  Ese día F. P. M. salió temprano de su casa en la comunidad de Rofúe en dirección a la casa del Machi Fidel Tranamil, dirigiéndose posteriormente ambos a un pitxantu (humedal) a recolectar  remedios para su tratamiento, puesto que padece de una enfermedad.  Estando allí, ambos vieron a carabineros acercarse efectuando disparos al sector en persecución de unos jóvenes de las comunidades Francisco Millanao, José Jineo Ñanco e Ignacio Filumil, los que al parecer participaban de la ocupación de un predio vecino, el fundo Santa Lucía.

Cuando fue visto por los efectivos del Gope, éstos procedieron a dispararle balines, los que impactaron de frente en su pierna derecha.  Posteriormente el menor se dio vuelta, recibiendo nuevos impactos en su espalda y codo derecho.  Dado lo ocurrido, el niño intentó huir del lugar, siendo perseguido desde un helicóptero a ras de tierra por los efectivos policiales, los que lo alcanzaron a tres kilómetros de distancia, cerca de la comunidad llamada Pichiloncoche.  Allí, siendo apuntado con un arma por uno de los integrantes del Gope, y bajo amenaza de muerte, fue sumergido en un canal, quedando completamente mojado.

Más tarde fue llevado hacia el helicóptero, donde le amarraron las manos, lo golpearon y lo obligaron a subir a la nave.  Una vez en vuelo, botado desde el piso con la cabeza hacia el exterior y con las puertas del helicóptero abiertas, los efectivos de carabineros lo amenazaron con lanzarlo a tierra sino daba nombres de las personas que a esa hora participaban de la acción en el fundo Santa Lucía.

Posteriormente, el helicóptero dejó al niño en un predio diferente al que fue capturado, siendo subido a un carro policial donde recibió insultos racistas de parte de efectivos de Carabineros.  Después lo trasladaron al consultorio de Vilcún a constatar lesiones, donde el doctor y la enfermera que atendían le restaron importancia a sus lesiones, señalando éstos eran solo rasguños, dando también un trato discriminatorio al niño.

Tras ello lo llevaron a la Comisaría de Padre Las Casas, donde estuvo alrededor de tres horas, sin que sus padres, que a esa hora lo buscaban por diversos centros hospitalarios y comisarías, fuesen informados.  Cuando sus padres llegaron al lugar, fueron conminados a firmar un documento sin fecha en la cual señalaban que el menor era acusado de usurpación  de tierras.  El padre, José Painevilo, se negó a firmar por no corresponder a la realidad.  Finalmente, los padres llevaron al niño al hospital de Maquehue y de Temuco, donde se confirmó que sus lesiones eran productos de disparos de perdigones.

Cabe señalar que el Observatorio Ciudadano se entrevistó con el Prefecto de carabineros de Cautín, Hernando Hevia, quien negó que se hubiese disparado en contra del menor, y que efectivos de la institución hubiesen actuado en forma violenta o grosera en contra del niño, instando a que, si así fuere, los familiares acudiesen a la justicia.

Escuela de la comunidad de Temucuicui, Ercilla, 16 octubre 2009

El viernes 16 de octubre, alrededor de las 2 pm, un fuerte contingente de carabineros y efectivos de civil ingresaron a la comunidad, en momentos en que alrededor de 80 personas se reunían junto a  funcionarios de Conaf en la escuela rural de Temucuicui para suscribir acuerdos para la contratación de integrantes de la comunidad en programas de empleo ofrecidos por dicho organismo.  En la escuela, además, se encontraban presente gran número de mujeres y niños.

Sin previo aviso, y sin mostrar orden de allanamiento, los efectivos policiales que se movilizaban en una bus, una tanqueta y alrededor de 10 camionetas, procedieron a disparar balines y gases lacrimógenos hacia la escuela desde una distancia de alrededor de 200 metros.  El operativo policial, que tuvo una duración de aproximadamente 30 a 40 minutos, dejo alrededor de doce heridos con balines de perdigones, y a cerca de 30 personas con asfixia, la mayoría de ellos niños.

El encargado de asuntos indígenas de Conaf, Rodrigo Henríquez, quien estaba presente en la ocasión, calificó el actuar policial como “un exceso”.  El mismo funcionario señaló que «…escuchamos disparos y obviamente que reaccionaron los que estaban, los niños llorando, los carabineros disparando por todos lados y tirando bombas lacrimógenas por todos lados», lo que obligó a  los niños y asistentes a la reunión a refugiarse en las dependencias del establecimiento lanzándose al piso.  Dicho funcionario señaló que si bien la policía no ingresó al colegio, ésta «disparaba hacia el recinto y tiraron las bombas a diez metros del colegio, o sea los niños llorando y absorbiendo el humo».  Finalmente, sostuvo que se trató de «una tremenda humillación especialmente para los niños, ya que no se contempló eso por parte de carabineros, que no se a quién andaban buscando porque a la escuela no entraron ni se llevaron a nadie desde acá adentro». (http://www.latercera.com/contenido/680_192607_9.shtml)

Como consecuencia de este operativo además resultaron detenidos el Longko de la comunidad, Juan Catrillanca, y el werken de la misma, Mijael Carbone, los que  fueron posteriormente trasladados hasta la comisaría de Collipulli.  Mijael Carbone denunció que durante su traslado hasta Collipulli fue duramente golpeado e insultado por carabineros, señalando además que carabineros arrojó gases lacrimógenos al interior del carro donde era llevado junto al Longko Catrillanca.  Una vez dentro de la comisaría, carabineros lo engrilló de un brazo y un pie detrás de la espalda, mientras lo golpeaban en distintas zonas del cuerpo.  Ambos fueron liberados horas más tarde por falta de méritos.

M.C. (13 años), comunidad José Guiñon de Ercilla, 16 octubre 2009

A partir de la madrugada del viernes 16 de octubre, carabineros desarrolló un violento operativo al interior de la comunidad José Guiñon, ubicada también en la comuna de Ercilla.  Durante el operativo, fue allanada la casa del Longko de la comunidad, José Cariqueo, quien fue detenido junto a su hijo de 13 años, M. C., y a los comuneros Freddy Marileo y Luis Humberto Marileo.

De acuerdo al testimonio de Adriana Loncomilla, Machi de la comunidad y esposa del Longko, carabineros al momento de hacer ingreso a su hogar no exhibió orden judicial alguna, que les fue exigida por ella, procediendo a registrar todo el inmueble.  La machi fue sacada al exterior, siendo sus manos amarradas por la espalda con cintas pláticas a modo de esposas y mantenida inmovilizada en el suelo.  De acuerdo al testimonio de la Machi, su hijo menor de edad M.C. estaba comiendo cuando llegaron los efectivos de carabineros, siendo golpeado y amarrado de las manos, dejándolo herido.  La machi denunció que los efectivos policiales sustrajeron el dinero que tenía en la casa.

A las 15:00 horas, una delegación de trabajadores de derechos humanos que visitaban el lugar  encontró a la machi aún maniatada en el suelo, con “signos de haber sido golpeada.  Tenía pelo arrancado, supongo que por el forcejeo, y habían dos niños llorando, impactados por la violencia policial que habían vivido.  Había también sangre en la tierra”, afirmó Pablo Ruiz, miembro de la Comisión Ética contra la Tortura que acompañaba a la delegación.  “Las habitaciones tenían señales de haber sido allanadas, las cosas estaban en el suelo.  La machi preguntaba dónde está el Sename, por la situación de su hijo”, agregó.

La delegación se trasladó a la comisaría de Collipulli para obtener información acerca de los detenidos, donde el jefe de unidad, Cristián Alarcón, negó que estas personas estuvieran detenidas. También constató que el niño había sido golpeado, ya que cuando fue liberado, tenía sangre en el chaleco y en el cuerpo, además de heridas en la espalda, según informó Ruiz.

OBSERVATORIO CIUDADANO
Temuco, octubre de 2009

El Ciudadano


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