En compañía del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) y el grupo Acción Travesti en la Calle, el Ministerio de Desarrollo Social lanzó este martes una política pública que beneficia a las personas de escasos recursos y sin casa garantizando la no discriminación por orientación sexual e identidad de género.
Se trata del denominado «Protocolo de Acceso Inclusivo a los Dispositivos del Programa Noche Digna», el que considera la variable de identidad de género, el cual fue firmado por el subsecretario de Servicios Sociales, Sebastián Villarroel, en compañía de activistas del Movilh, de Acción Travesti en la Calle y del ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno.
«Esta iniciativa es de gran relevancia para la población LGBTI y particularmente para las personas trans más vulnerables, gran parte de la cual no tiene trabajo, no terminó sus estudios y vive en la calle producto de la discriminación histórica que las afecta. A nuestra organización es común que lleguen personas trans en situación de calle, pero que se niegan a acudir a los servicios ofrecidos por el Estado por temor a ser discriminadas. Todo ello podrá ser resuelto con este protocolo”, señaló el vocero del Movilh, Óscar Rementería.
En ese sentido, apuntó que «este protocolo se hace cargo de las discriminaciones cruzadas más graves del país, cuales son las motivadas por orientación sexual, identidad de género y la pobreza. Es una iniciativa tan necesaria, como valorable. Aplaudimos al Ministerio de Desarrollo Social por dar este paso».
El Programa Noche Digna contempla Planes de Inviernos (hospedajes, alimentación, higiene, atención en salud) y Centros para la Superación, que son hogares temporales para las personas en situación de calle. Tales ofertas se extienden ahora de manera explícita a personas LGBTI.
En efecto, el protocolo lanzado este lunes tiene como objetivo «promover el acceso universal, el trato digno y la seguridad integral de todas las personas en situación de calle a los dispositivos del Programa Noche Digna, respetando su identidad de género, expresión de género y orientación sexual, asegurando la protección a la vida y la entrega de alternativas que les permitan interrumpir/superar la situación de calle en la que se encuentran, respetando sus derechos y libertades reconocidos por la Constitución Política de la República, las leyes y tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, que buscan eliminar toda clase de discriminación».
Respecto al uso de los dormitorios y los baños, el protocolo señala que «el personal del dispositivo ofrecerá a las personas que lo requieran la posibilidad que utilicen el dormitorio y el baño de hombres o mujeres, ajustándose a su identidad de género. En caso de existir rechazo por parte de otros participantes, el personal responsable deberá apelar a la reglamentación, cooperación y respeto mutuo».
Otros dos puntos importantes de la iniciativa son que en caso de revisión a las personas, esta «debe ser llevada a cabo por personal del mismo género con el cual se identifican». Por otra parte, se agrega que «la participación en ritos religiosos propuestos por los dispositivos de esa índole deberá ser opcional, no obligatoria».
Para finalizar, el protocolo establece que en caso de que los beneficiarios no sean atendidos según su identidad de género, «se podrán comunicar con la Secretaría Regional Ministerial de Desarrollo Social correspondiente, para efectos de tomar las medidas necesarias para asegurar el ejercicio de su derecho a la identidad de género». Lo anterior -se añade- «sin perjuicio de las demás herramientas que dispone el ordenamiento para denunciar las eventuales discriminaciones o vulneraciones sufridas y asegurar la debida protección, en caso de corresponder».