El 30 de octubre de 2024 se vivió un día histórico para el Lof de Antilhue, en la región de Los Ríos. Después de 140 de despojo y 16 años de lucha, la comunidad mapuche liderada por la familia Antilef Chuequehuala recuperó 504 hectáreas de su territorio ancestral. La restitución fue formalizada por la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) y celebrada con una ceremonia pública a la que asistieron más de cien personas.
Durante el evento, la comunidad anunció su primera medida: la tierra será gestionada bajo un modelo de producción cooperativa, orientado a fomentar la sostenibilidad y el desarrollo económico de Antilhue. “Fuimos parte de la formación de la organización Kiñe Rakizuam, una entidad que agrupa a los territorios en conflicto por la tenencia de la tierra en la región de Los Ríos”, explicó Patricio Castro, werkén de la comunidad de Antilhue.
Restitución de memoria y territorio mapuche Antilhue
Patricio Castro señaló que la recuperación de tierras es más que una necesidad; es un acto que beneficia a las familias, la mapu y el pueblo mapuche en su conjunto. “Se restituyen tierras usurpadas por el estado de Chile y luego entregadas a extranjeros, ambos responsables de la situación actual entre mapuche y colonos,” indicó el werkén.
Por su parte, Víctor Antilef, también werkén de la comunidad, destacó los estragos causados por el individualismo y la pobreza en la comunidad. “La subdivisión de tierras en los años 80 con títulos individuales destruyó una forma de convivencia que ahora queremos recuperar. En nosotros persiste la memoria y la experiencia de vivir colectivamente en los espacios naturales,” expresó Antilef.
Un modelo económico sustentable
La comunidad de Antilhue ha decidido implementar un modelo de gestión cooperativa basado en la agroecología, para mejorar la calidad de los alimentos y preservar los recursos naturales. “Debemos producir de forma que beneficie a nuestras familias y también a las comunidades cercanas, contribuyendo a resolver la crisis alimentaria,” explicó Patricio Castro.
El Gvlmen José Antiñir, del fundo Huite en Paillako, también estuvo presente en la ceremonia e invitó a la comunidad de Antilhue a integrarse en la organización cooperativa. “Trabajar la tierra en comunidad es la clave para derrotar la pobreza,” afirmó Antiñir, subrayando la importancia del cooperativismo para proteger los recursos y evitar la intervención extranjera.
Volver al origen para aplicar lo moderno
El extractivismo ha empobrecido la tierra y ha generado un modelo de vida que fomenta el conflicto. La comunidad de Antilhue ha optado por regresar a sus raíces, aplicando conocimientos modernos para el desarrollo sostenible. “Recordamos cómo vivieron nuestros abuelos, quienes tenían una relación colectiva con los recursos naturales,” mencionó Víctor Antilef. “El regreso a estos valores es esencial para el desarrollo de un modelo económico comunitario y sustentable.”
En su intervención, José Antiñir dejó un mensaje claro para la comunidad: “Si no somos capaces de unirnos, seguiremos en la pobreza del individualismo y limitados en el avance de nuestro pueblo. Felicito a la comunidad de Antilhue por su perseverancia y el desafío que ahora enfrenta: trabajar en sociedad con la Ñuke Mapu, protegiendo sus riquezas y administrando sus abundancias.”
Un desafío hacia el futuro
El Lof de Antilhue se enfrenta ahora al reto de implementar su modelo cooperativo como una fuente de bienestar para sus familias y comunidades vecinas. La recuperación de estas 504 hectáreas representa no solo un triunfo legal, sino también un paso hacia la sanación histórica y el fortalecimiento de la identidad mapuche.
A través de esta iniciativa, Antilhue Mapu busca demostrar que es posible combinar el conocimiento ancestral con herramientas modernas para construir un futuro próspero y sostenible, devolviendo la dignidad al pueblo mapuche y preservando la Ñuke Mapu para las generaciones venideras.
Con información de Waiwen TV
Imagen: El Informador Valdiviano