El lonko Alfredo Tralcal y los hermanos Benito y Pablo Trangol culminaron una huelga de hambre por 115 días. En estos momentos se encuentran en recuperación en el Hospital Intercultural de Nueva Imperial, lugar desde donde revelaron detalles de su experiencia en el encierro y luego, en el extenso ayuno que culminó el pasado sábado.
En entrevista con Radio Universidad de Chile, contaron cómo fueron los primeros días tras la detención efectuada por Carabineros en junio de 2016.
“Al principio éramos como setenta presos en un módulo común. Como éramos hartos con los presos del caso Luchsinger Mackay, los presos comunes nos respetaban. Estaba Felipe Durán también. Estábamos hacinados y el alcaide no nos quería dar una sala aparte, por lo que decidimos organizar una huelga de hambre para presionarlo. No alcanzó a durar ni un día y el alcaide accedió a darnos una sala aparte”, afirmó Pablo Trangol.
Además, entregaron detalles acerca del último tramo de la huelga de hambre que realizaron en rechazo a la prisión preventiva que han debido enfrentar por más de un año.
“Cuando íbamos en el día 90, por ahí en la semana del 7 de septiembre, yo entré en una depresión bien fuerte. Despertaba y lloraba y lloraba. Incluso, una noche yo dije ´no, si esto lo termino mañana´, pero después con la visita de mi familia y el mismo apoyo de estos dos (apunta a los hermanos Trangol), seguía en la huelga”, comentó Alfredo Tralcal.
En tanto, Pablo Trangol comentó que “los gendarmes no querían que se informara a la prensa. El día 100 me desmayé en el trayecto a una revisión médica y el médico no quiso darme preferencia a la atención. Esos hechos no se conocían, en la prensa el médico aseguraba que estaba bien. Me pesaban y decían públicamente que había bajado 16 kilos, cuando en realidad eran 20, luego venía el médico y se disculpaba. No nos hacían electrocardiogramas. Sólo nos pesaban y medían la presión, para eso no necesitábamos un traslado, podían hacerlo en la misma cárcel”.
También expresaron críticas a la actuación del Ministerio Público y de los jueces. “¿Cómo si son creyentes pueden mentir? Nunca dijeron que vieron una cara, ni siquiera si uno medía tanto. No están ni las iniciales de los testigos. Esto fue una operación de Fiscalía. Hay jueces racistas”, señalaron a Radio Uchile.