Marcha popular desde Lomas de Angelópolis al CIS reclama desde abajo el derecho a la movilidad

Estas personas que apuestan al trabajo, la mayoría sin prestaciones sociales ni garantías de ninguna índole, formulan una exigencia simple: preservar su derecho a la movilidad.

Daniel Carpinteyro

20/03/2025 5:34pm

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CIUDAD DE PUEBLA, 20 DE MARZO DE 2025. En una integración sin precedentes en la historia de Ciudad de Puebla, diversos sectores populares unieron fuerzas en una marcha sobre Vía Atlixcáyotl contra las recientes acciones emprendidas contra el transporte popular del que dependen trabajadoras y trabajadores de la hermética ciudadela conocida como Lomas de Angelópolis. El número de los manifestantes se acercó al millar.

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La protesta fue motivada por la reciente incautación de tres unidades de transporte público ejecutadas por la Secretaría de Movilidad y Transporte, bajo el argumento de que el funcionamiento de su ruta no se encontraba amparado en la legalidad. Mientras tanto, trascendió que los socios mayoratorios de La Ciudadela ya preparan su propia línea de transporte de personal.

Durante la marcha, que partió desde Bulevar Los Reyes, en Lomas de Angelópolis y avanzó sobre dos carriles de sur a norte de la Vía Atlixcáyotl hasta arribar al Centro Integral de Servicios (CIS) resaltó la representación de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre (UPVA-28). Durante el trayecto, superior a los siete kilómetros, fue recurrente la consigna: «¡Viva el transporte popular!»

Los transportistas, a quienes la Secretaría de Movilidad y Transporte acusa de operar en la ilegalidad, adujeron durante sus intervenciones al megáfono, ya frente al CIS, que la irregularidad en que se mantienen va a la par con la irregularidad manifiesta en las políticas disímiles implementadas por cada titular de dicha Secretaría, uno de los cuáles terminó su gestión las instalaciones de la dependencia rodeadas por patrullas para evitar la destrucción de documentación en 2021.

El servicio que prestan, dicen, es esencial para que la población pueda trasladarse a sus lugares de trabajo y mantener, de este modo, girando la rueda de la Economía que a todas luces ya se encuentra descarrilando.

Por su parte las trabajadoras del hogar y jardineros que laboran de planta en las mansiones que se erigen en los clústeres, manifiestan que Lomas de Angelópolis es una ciudadela cerrada, que deliberadamente cuenta con pocos accesos para mantener entre sus residentes una sensación de «seguridad».

Sin embargo, dicen, de realizarse a pie los recorridos desde los accesos hasta los lugares donde trabajan pueden consumir hasta una hora. Así pues, estas personas que apuestan al trabajo, la mayoría sin prestaciones sociales ni garantías de ninguna índole, formulan una exigencia simple: preservar su derecho a la movilidad.

Mientras algunos vehículos pasaban junto a los contiengentes, aprovechaban para tocarles el cláxon o gritarles improperios. Después, aceleraban la marcha y, con el motor rugiendo, volvían a subir el volumen de sus estéreos.