María Rozas, vicepresidenta de Mujeres de la CUT, sale al paso del proyecto del Gobierno que flexibiliza el posnatal y que implica que Sebastián Piñera no cumplió una promesa de campaña. Una mirada desde las necesidades de las madres trabajadoras.
-El Gobierno dice que un posnatal de seis meses representa un gasto excesivo para el Estado.
-Cuando quiero discutir de economía hablo con economistas o con los dueños de los bancos. Pero lo que aquí se está discutiendo son las condiciones en las que se desarrolla y se protege al niño previo al nacimiento y de cómo se le entregan las herramientas cuando sale del seno de la madre. Es decir, sobre la vida humana.
-¿El Gobierno ve este tema con criterio economicista?
-Un ser indefenso no sabe cuánto cuesta la sala cuna, o si su madre va a perder el empleo. Esto es un tema de país, de sociedad. Humano. Yo no estoy disponible para la discusión económica, porque lo que se está diciendo es que de acuerdo al mercado se debe regular esta situación, y lo que queremos es rescatar el espíritu de la ley de los años ‘60, que velaba por el bien mayor que era el niño. Por eso, por razones médicas y científicas, se creó el pre y posnatal, que ha dado resultados muy positivos para las madres y los hijos. No se debe mover una coma de eso. Nunca había escuchado hablar de flexibilizar la protección del menor por razones económicas.
-¿Cuál sería el ideal?
-Se debe avanzar, manteniendo el prenatal de tres meses y un posnatal de seis meses. ¿Es mucho? Entonces de cinco, o cuatro, vamos de a poco, pero la meta son los seis meses.
-El senador Mariano Ruiz-Esquide y la Sociedad de Pediatría dijeron que el proyecto del Gobierno engaña a la opinión pública, pero la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, dijo que un beneficio muy largo afectaría la empleabilidad de las mujeres.
-El senador se refiere a criterios médicos. Cuando habla el Gobierno, hablan economistas y ellos funcionan de acuerdo al mercado. Los médicos se refieren a la protección de la vida. Lo más grave es que el proyecto habla de posnatal, pero la letra chica dice que la mujer administre su pre y posnatal según sus necesidades, o sea, se abre el modificar el prenatal. Entonces volvemos a la discusión de hace 25 años atrás. El prenatal no se toca.
-El proyecto ingresaría al Congreso en marzo. ¿Qué espera la CUT de los parlamentarios de la Concertación?
-Poco, porque hemos visto cómo están negociando. Debemos aprender a trabajar en equipo, porque si negociamos como lo hicimos en el proyecto de educación, no espero mucho. Ojalá negocien los que han estado en el tema, porque las visiones son distintas si se ve el lado económico o el de la vida. No queremos este regalo sucio, esta bomba de tiempo que nos quiere lanzar Piñera para el Día de la Mujer, el 8 de marzo. No puede jugar con la vida de los que están por nacer en función del mercado. Si el posnatal no es de seis meses, estamos disponibles para negociar, aunque sea para lograrlo paulatinamente. Pero debe haber un compromiso progresivo hasta llegar a los seis meses, sin tocar el prenatal.
-¿Dando lo mismo cuánto cueste?
-Si cuesta diez o veinte, esto es una inversión en el niño que está por nacer. Cuando se habla de aborto o pastillas, se arma un escándalo, pero si es sobre niños que van a nacer en condiciones paupérrimas, allí no les da asco escuchar a los técnicos economistas y no a los médicos.
Por Programa radial Contacto Ciudadano
El Ciudadano Nº97, primera quincena marzo 2011