SALERNO – Un hombre de 32 años mató a su ex mujer en Postiglione, una ciudad de un poco más de 2000 habitantes en Salerno, cerca de Sicignano Alburni. El evento tuvo lugar el domingo por la tarde en la casa de la mujer.
Según el diario Repubblica, Cosimo Pagnani, de 32 años, la hirió con un cuchillo, luego de haber discutido fuertemente con ella. La víctima, Maria D’Antonio, de 34 años, fue golpeada en el abdomen repetidas veces.
El agresor fue detenido por la policía. Luego fue llevado a observaciones a un hospital por una herida en la cadera que él mismo se autoinflingió en la discusión con su ex mujer. Al constatar que la herida no es de gravedad, fue trasladado a la cárcel de Fourni, en Salerno, donde actualmente se encuentra preso.
Durante el interrogatorio ha ejercido su derecho a permanecer en silencio.
Lo más escalofriante de este caso, es que en el perfil de facebook de la víctima, se encontraba un post en contra de la mujer que decía: «Sei morta t…a» (Estás muerta t…a”) y, luego de conocida la noticia, han aparecido cientos de “me gusta”. La policía se encuentra investigando esta particular publicación y ha señalado por el momento, que es muy probable que el mensaje fuera enviado por el ex marido, desde su teléfono celular, luego de perpetrado el crimen y a pesar de haber perdido mucha sangre por la lesión de su cadera, como un insulto final, luego de la bestialidad con la que agredió a la mujer.
Al final de la mañana de ayer, la cuenta de Facebook de Pagnani ya estaba cerrada, sin embargo, continuaban llegando “likes” a la macabra publicación.
Pagnani y D’Antonio habían terminado su relación hace aproximadamente un año y de inmediato surgieron problemas por la custodia de la hija de ambos, una pequeña de 7 años, que quedó bajo la protección de su madre. Pagnani no se resignó a esta situación e incluso en el mes de mayo recién pasado se la había llevado a Mónaco de Baviera, en Alemania donde consiguió un trabajo temporal. Una vez de vuelta en Italia, le entregó nuevamente la niña a su madre. A esta situación se suma el hecho de que D’Antonio no tuvo mayores problemas para rehacer su vida, también en materia sentimental. Pagnani había señalado que la separación ya era tema superado, sin embargo, constantemente descargaba una gran ira en contra de su ex mujer, ya que padecía de una celopatía no tratada. Había madurado dentro de sí, un odio muy profundo que terminaba en peleas repentinas.
En la casa donde fue cometido el crimen, la policía, al mando del capitán Alexander Cisternino de la compañía de Eboli, encontraron el cuchillo usado para asesinar a María. Es un arma de caza con una hoja de veinte centímetros. El asesino lo llevaba con él, lo que apoya la hipótesis de asesinato premeditado. Este cuchillo era usado habitualmente por Pagnani en la caza de Jabalíes.
Según las primeras investigaciones la mujer, que se encontraba sola en la casa, fue golpeada varias veces. Durante la disputa – esta es la reconstrucción más probable – y en la furia del momento, también el hombre, que usó el cuchillo en varias oportunidades, se hirió a sí mismo con un profundo corte en la cadera. Luego salió por una puerta lateral y, ya que estaba débil por la pérdida copiosa de sangre, se detuvo para restañar la herida, sentado en un muro bajo. Desde aquí, a través del teléfono, envió el mensaje publicado en Facebook. En el camino, la policía encontró numerosos restos de sangre.
Los familiares de la víctima viven en un edificio cercano. Llegaron al lugar gracias a los gritos, pero lo hicieron demasiado tarde, pues D’Antonio ya estaba muerta cuando llamaron a Carabineros. El agresor fue encontrado caminando en la calle con dificultad y apoyado en una muleta. Al momento de su arresto no prestó resistencia de ningún tipo. Además, no respondió a ninguna pregunta del fiscal, haciendo uso de su derecho a permanecer en silencio. Actualmente se encuentra en la cárcel.
Llama la atención este crimen atroz, no solamente por la violencia con que fue ejecutado, sino también porque la violencia que sufren las mujeres quedó plasmada en la publicación de Facebook que, con la adherencia de “me gusta”, oscurece aún más este terrible asesinato de una mujer joven que quiso rehacer su vida y que deja a una niña de siete años que queda sola.