El poder omnímodo de las inmobiliarias y empresas constructoras chilenas, con enorme influencia en el mundo político (Concertación y Alianza) -lo cual les ha permitido expandir los límites de la capital, alterar a su antojo los planos reguladores, y destruir hermosos barrios patrimoniales-, por fin se ha topado con el accionar de la comunidad organizada.
Las organizaciones Defendamos la Ciudad, el Movimiento Acción Ecológica, la Unión de Juntas de Vecinos de Providencia y la Junta de Vecinos Nº 11 (La Costanera), informaron a la opinión pública que el megaproyecto Costanera Center, se tendrá que modificar completamente. Esto, porque el permiso de edificación Nº 71-A/07, otorgado por la Dirección de Obras de Providencia el 30 de marzo de 2007, contiene innumerables e insalvables irregularidades.
Los demandantes dieron a conocer la Resolución del 17 de marzo de 2009 (ORD. Nº 1080) del Seremi de Vivienda y Urbanismo, en la cual se describen diversas ilegalidades contenidas en el proyecto inmobiliario Costanera Center. El Seremi respectivo, después de observar los reparos en el acto administrativo (permiso Nº 71-A/07) le espetó al Director de Obras de Providencia que «corresponderá a esa DOM arbitrar las medidas necesarias para que el referido proyecto se ajuste a la normativa vigente».
Corresponde ahora dejar sin efecto el permiso mal otorgado y emitir uno nuevo que se enmarque rigurosamente en la Ley y Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (Plan Regulador Comunal de Providencia y Plan Seccional CCU). Esto significará una reducción sustancial del coeficiente de constructibilidad y menores alturas de las cuatro torres consideradas en el permiso.
María Josefa Errázuriz, presidenta de la Unión de Junta de Vecinos de Providencia, manifestó «los vecinos de nuestra comuna, directamente afectados por estas intervenciones urbanas, nunca fuimos consultados. Los vecinos hicimos ver a las autoridades municipales todos los problemas que esta intervención urbana llevaba asociada. Hoy queda de manifiesto que nuestras denuncias respecto que no todo estaba en regla son confirmadas. Nos preocupa sobremanera que las autoridades que toman decisiones no escuchen a los vecinos: esto tiene que terminar».
Patricio Herman, de Defendamos la Ciudad, señaló al respecto «desde que se inauguraron las faenas de Costanera Center en marzo de 2006 -con Lagos y Paulmann abrazados con relucientes cascos blancos-, hemos objetado públicamente su proceso, denunciando que las obras comenzaron sin un permiso de edificación vigente. Deseamos que los ciudadanos conozcan todas las omisiones y equivocaciones cometidas en la tramitación administrativa de este proyecto, y también quisiéramos que el alcalde Cristián Labbé se arrepienta por haber asegurado por la prensa que todo estaba en regla.
El Ciudadano