Este jueves, el Ministerio Público de Ucayali confirmó que el ciudadano canadiense Sebastian Woodroffe asesinó a la lideresa shipibo-konibo, Olivia Arévalo, de 81 años. El hecho ocurrió el 19 de abril; jornada fatídica, puesto que ese mismo día, la comunidad masacró y le dio muerte al agresor, acción que ha quedado registrada en un brutal video que circula en redes sociales.
De acuerdo a las pericias de la fiscalía, la maestra recibió dos balazos en el pecho. Hasta hoy no se había podido confirmar si los disparos fueron percutados desde el arma que Woodroffe adquirió días antes del homicidio. «Todas las pruebas que hemos reunido justifican que el autor del disparo ha sido él», dijo a The Associated Press el jefe de los fiscales de la región Ucayali, Ricardo Jiménez, según consigna El Comercio.
El fiscal agregó que se encontraron restos de pólvora en la ropa del norteamericano y que los cartuchos hallados en la escena del crimen de la lideresa indígena corresponden a la pistola marca Taurus que Woodroffe compró a un policía local.
Jiménez aclaró que continúa la búsqueda de José Ramírez y Nicolás Mori, presuntos responsables del asesinato del canadiense. Ambos podrían recibir una pena de 15 años de prisión por el delito de homicidio agravado.