En la próxima IIIª Conferencia Latinoamericana sobre Políticas de Drogas, a realizarse los días 13 y 14 de septiembre en el Distrito Federal, México, se debatirán alternativas a la guerra contra las drogas, una política que ha dejado consecuencias negativas en toda la región y, particularmente, en el país anfitrión, donde en los últimos años la violencia asociada al narcotráfico se ha cobrado más de 40.000 vidas.
Auspiciada por la Organización Panamericana de la Salud, convocan dos organizaciones de la sociedad civil: CUPIDH de México e Intercambios de Argentina.
Representantes de gobiernos y de organismos de Naciones Unidas, expertos y organizaciones no gubernamentales de once países se reunirán los días 13 y 14 de septiembre en la III Conferencia Latinoamericana sobre Políticas de Drogas, que se realizará en el Crowne Plaza Hotel de México Distrito Federal. Dos de los participantes, en sendas entrevistas previas, dieron un adelanto de las opiniones que volcarán en el encuentro.
Uno de ellos fue el Viceministro de Justicia y Seguridad pública de El Salvador, Álvaro Henry Campos Solórzano, quien propugnó la generación de políticas regionales. El funcionario salvadoreño aseguró que “las principales acciones de represión del delito deben desarrollarse contra los delitos violentos relacionados con las drogas y para recuperar el territorio usurpado por carteles y microtraficantes violentos”, que “la política de persecución penal verdaderamente debe excluir de sanción al consumidor sin afectar la eficacia en la represión a los narcotraficantes”, y que ”deben tener respaldo legal los sistemas terapéuticos u otras novedosas formas de reducir el contacto del traficante con el consumidor, disminuir el uso de drogas más peligrosas y asegurar la reducción del poder económico de los traficantes”.
Por su parte, Robson Rodrigues Da Silva, Comandante de la Unidad de la Policía Pacificadora de Río de Janeiro, Brasil, repasó algunos aspectos de la actuación de la fuerza que encabeza y advirtió que “durante décadas hemos optado por un enfoque más represivo, basado en la lógica de la guerra contra las drogas, que no ha arrojado resultados interesantes. Fue un período donde hubo un crecimiento absurdo de muertes violentas, incluso de policías”. Rodrigues Da Silva se pronunció por “una estrategia basada fundamentalmente en la prevención” y la realización de “proyectos sociales para prevenir la violencia y el crimen”.
Graciela Touzé, presidenta de Intercambios Asociación Civil, de Argentina, que organiza esta conferencia junto a CUPIHD, de México, explicó que “se espera que el encuentro permita una reflexión amplia y propositiva en temas de seguridad y derechos humanos, consecuencias de la militarización, reformas legislativas de despenalización del consumo, drogas, identidades y cosmogonías y tratamientos de salud alternativos”.
La III Conferencia Latinoamericana y I Conferencia Mexicana sobre Políticas de Drogas reunirá a más de treinta panelistas de once países, entre ellos: Alejandro Poiré Romero (vocero de la Estrategia Nacional de Seguridad de México), Álvaro Henry Campos Solórzano (viceministro de Justicia y Seguridad de El Salvador), Robson Rodrigues Da Silva (Unidad de la Policía Pacificadora de Río de Janeiro), Mary Ann Eddowes (Asociación Peruana de la Hoja de Coca), Steven Dudley (especialista en crimen organizado en las Américas) y María Elena Ramos (Programa Compañeros de Ciudad Juárez), entre otros.
El Ciudadano
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