El miércoles 19 de abril se realizó el Censo en todo Chile. Ese día, mientras varios encuestadores comenzaban a registrar la cantidad de inmigrantes residentes en el país, un hombre y una mujer nacidos en Haití llegaron al Hospital San José. Ella, Guedeline Orzil, estaba embarazada y se aprontaba a dar a luz.
Según la pareja, que presentaron una solicitud de mediación por daños de salud ante el Consejo de Defensa del Estado (CDE) –acompañados por Problemas.cl–, en el centro clínico se produjo una negligencia que terminó con la guagua en el suelo y un ataque xenófobo contra ellos.
La segunda acusación contrasta con la versión relatada por el director del hospital, José Miguel Puccio. Las contradicciones comienzan mucho antes. El ejecutivo afirma que la mujer llegó al centro de salud a las 14:10 de ese día, mientras que ella dice que su arribo fue a eso de las 11:40 de la mañana.
Orzil afirma que la dejaron esperando en una sala con otras mujeres embarazadas. «Ninguna de ellas estaba en labores de parto, tal como era mi caso», dice. Desde ese momento la habrían dejado esperando por un rato que ella consideró desesperante, mientras que su esposo, Ricot Presume, se esmeraba en hacer los trámites necesarios con rapidez.
Cuenta que comenzó a gritar.
Puccio, por su lado, dice que ella llegó en un estado avanzado de trabajo de parto. «En cuanto avisó fue evaluada por las matronas», declara, y agrega que tan pronto se comenzó a trasladar a la paciente a la sala de parto esta dio a luz. Veinte minutos después de la llegada, sin el tiempo necesario para llegar a una sala acondicionada para tales fines.
La autoridad del hospital atribuye lo ocurrido a la precipitación de los sucesos. Dice que Orzil parió «cuando la llevaban a la sala de espera. Iba camino a la sala de parto. Llegó en estado muy avanzado. Pregúntele a cualquier colega qué es lo que pasa cuando las mujeres están altamente dilatadas».
Guedeline lo contradice comentando esta suerte de espera desesperante, que terminó con ella sentada en una silla de ruedas en un pasillo del hospital. «En este momento cuando no pude resistir más y comencé la labor de parto sola sin el más mínimo auxilio por parte de los facultativos médicos», dice ella.
Ambos coinciden en que el bebé nació fuera de la sala de parto. Ambos coinciden en que el bebé se golpeó en el suelo del hospital.
Hospital descarta discriminación y anuncia auditoría interna
«Que nazca una guagua antes de llegar a la sala de parto es anormal, no lo puede discutir nadie. Como todo proceso anormal que sucede en cualquier hospital hicimos una auditoría clínica y estamos recién partiendo con los resultados. (El bebé) se cayó al piso y se está investigando. Fue evaluado, se le tomaron exámenes. Esto no debería haber ocurrido pero ocurrió», dice José Miguel Puccio. Además, explica que luego del golpe se le tomó un scanner a la guagua.
La mujer nacida en Haití acusa en la carta al Consejo de Defensa del Estado una supuesta falta de exámenes a su hija luego del golpe. No solo eso: reclama que fueron dadas de alta sin ninguna precaución a eso de las 19 horas del mismo día, cosa que Puccio descarta rotundamente, diciendo que este hecho ocurrió el 21 de abril tanto para Guedeline como para el bebé.
La otra acusación dice relación con el momento antes de dirigirse a la sala de parto, cuando Guedeline se comenzaba a desesperar. Denuncia que una miembro del staff clínico se acercó a ella y le dijo ante los gritos que se callara, que «aquí en Chile no se hace eso». Este dicho xenófobo también es desechada por la dirección del hospital. Argumentan que el 30% de los casi 30 o 40 partos diarios que hay en el San José corresponden a madres que no tienen nacionalidad chilena.
Hasta el momento no se ha presentado ninguna demanda civil, solo esta solicitud al CDE.