El ex jefe del Ejército de Chile, Juan Emilio Cheyre, fue careado con un ex prisionero político que lo acusó por su presunta participación en el asesinato de su hermano Marco Barrantes, durante la dictadura, y con otros dos testigos víctimas de violaciones a los derechos humanos.
Según reporta la agencia EFE, Nicolás Barrantes dijo a los periodistas presentes que «fue doloroso ver a la persona que a mí me torturó ese día en el regimiento. Es fuerte enfrentarlo, pero no dejé de mirarlo a los ojos y él giró la vista».
Barrantes fue detenido en 1973 con 17 años y acusa de haber sido sometido a interrogatorios y torturas a manos de Cheyre, para sacarle información que ayudara a los agentes de la dictadura a dar con la ubicación de su hermano Marco, asesinado durante el paso de la llamada «Caravana de la Muerte», comitiva militar que entre octubre y noviembre de 1973 recorrió Chile en un helicóptero y cuyos integrantes sacaban a presos políticos de las cárceles, los llevaban a lugares despoblados y los asesinaban.
El militar fue acusado por la Justicia chilena el pasado 26 de abril por 15 ejecuciones realizadas en el regimiento Arica de la ciudad de La Serena, 472 kilómetros al norte de Santiago, durante el paso de la caravana, registrado el día 16 de octubre de 1973. Cheyre ejercía en ese momento como teniente del recinto.
Vicente Hormazábal, ministro en visita a cargo del caso, señaló que «el año pasado cuando tuvimos un careo, Cheyre dijo que no participaba en los Consejos de Guerra, sólo en cosas administrativas y que no tenía nada que ver con presos políticos. Este miércoles, le mostré el acta firmada por él y reconoció su participación».
En ese sentido, Oscar Olivares, uno de los testigos que prestó declaraciones este miércoles, pasó 45 días preso en el regimiento, donde aseguró a los periodistas que el ex comandante «trabajaba de ayudante del intendente a cargo del recinto». Además, afirmó que «todos los días se comentaba (entre los presos políticos) los atropellos y atrocidades que cometía este criminal de lesa humanidad».
Cheyre, quien fue jefe del Ejército chileno entre 2002 y 2006, período en el cual impulsó un compromiso de «nunca más a las violaciones de los derechos humanos», fue procesado por el mismo caso en julio de 2016 y liberado tras cancelar una fianza de un millón de pesos (unos 1.500 dólares).
La primera vez que el oficial apareció mencionado en un proceso por violaciones a los derechos humanos fue en el año 2000, cuando el exoficial y exagente de la Central Nacional de Inteligencia (CNI), Pedro Rodríguez, señaló que él participó de los fusilamientos y torturas en el regimiento de La Serena.
Ahora, el exjefe del Ejército de Chile deberá enfrentar otros careos que se realizarán en el próximo meas de junio en la región de Coquimbo, donde se ubica el regimiento en el que se cometieron estas macabras acciones.