Tras un año de investigación científica independiente, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) presentó las conclusiones de su trabajo.
En conferencia de prensa, el EAAF mencionó que la evidencia física recolectada y analizada, proveniente del basurero de Cocula, les permite afirmar que “no es posible que los presuntos perpetradores hayan incinerado en ese lugar a los 43 jóvenes”.
Los expertos detallaron que el basurero de Cocula ha estado en actividad los últimos 10 años y, según fotografías satelitales, en ese sitio ocurrieron varios eventos de quema durante dicho lapso. Sin embargo, especificaron que el nivel de daño encontrado en el terreno, no coincide con la exposición a altas temperaturas, necesarias para un proceso de quema de 43 cuerpos.
Su afirmación, tiene como base, que sólo una de las 20 muestras vegetales recolectadas mostró leves daños de fuego. Además, se determinó la especie y el ritmo de crecimiento de cada planta. En 18 de ellas se informa que empezaron a germunar entre junio y agosto de 2014.
Asimismo, “el análisis de los troncos y ramas de pequeños árboles que rodeaban zonas de alta concentración de restos óseos quemados o alterados térmicamente. Es decir, el crecimiento de las plantas no coincide con el lapso transcurrido entre la desaparición de los normalistas y el inicio de los peritajes en el basurero de Cocula.
Sobre la evidencia balística, el EAAF aclaró que dos de los inculpados por la muerte de los normalistas declararon haber utilizado armas cortas y largas, calíbre 9 mm, principalmente, .38 Super y por defecto y 7,62 mm –conocidos como cuernos de chivo-, pero al confrontar esa información con la evidencia balística hallada se observa claramente que las armas más representadas en el lugar son fusiles de asalto calibre .223R/5.56 x 45 mm, representados en 73 casquillos de ese calibre y armas calibre .22LR, estos últimos representados casualmente por 43 casquillos. Respecto a las armas calibre 9 mm, sólo fueron hallados 12 casquillos y solo 4 casquillos de calibre 7,62 x 39 mm.
Finalmente, sobre los restos óseos, el Equipo Argentino de Antropología Forense acotó que en la cuadricula M8 se halló una prótesis parcial superior y otra prótesis parcial inferior, así como una raíz de diente. Ninguno de los normalistas presentaba un tratamiento odontológico, por lo que se concluye que “al menos un individuo, las características dentales no corresponden con ninguno de los normalistas desaparecidos. La presencia de restos humanos en el Basurero de Cocula que no pertenecen a los estudiantes normalistas cambia la hipótesis de investigación significativamente.”