Hoy se cumplen 44 días desde que un grupo de cuatro ex presos políticos inició la huelga de hambre en Santiago. En Concepción, otros cuatro huelguistas se sumaron desde hace 10 días. Todos vuelven a la lucha después de la reciente huelga vivida el año pasado, cuando los ex prisioneros pedían lo mismo que hoy: verdad, justicia y reparación integral.
Yasna Escudero, secretaria de los huelguistas, explica que retoman la lucha debido al incumplimiento del gobierno. Los huelguistas sienten que no existe voluntad política para ofrecerles reparación y ante ese escenario -y pese a lo peligroso de la protesta considerando la avanzada edad de quienes practican el ayuno-, decidieron retomar esta acción extrema.
«El año pasado nos ofrecieron prácticamente nada, sólo nos dieron un millón de pesos que ellos dijeron que era una reparación parcial, pero esto sólo fue una forma de poner fin al conflicto, se hizo para que se depusiera la huelga. Eso fue todo», señala Escudero.
En estos 44 días, ninguna autoridad de gobierno se ha hecho presente para conocer las razones de la huelga y el estado de los ex prisioneros políticos. Los manifestantes han recibido las visitas y el apoyo de voceros del Confech, además de la preocupación del diputado Tucapel Jiménez y la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Lorena Fríes.
«Volvemos a exponer nuestros cuerpos»
Por ahora los ex presos políticos se mantienen en huelga en calle Brasil #349, en la sede de la Central Unitaria de Jubilados y Pensionados, CUPEMCHI. Entre sus demandas concretas se encuentra la derogación del artículo 15 de la ley 19.992 dictada por la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, que impide el acceso público durante 50 años a documentos y testimonios sobre los responsables de los crímenes en dictadura.
Además, se exige la reapertura permanente de la comisión calificadora de los prisioneros políticos: esto, porque aún muchos de ellos no han sido reconocidos como tal por el Estado de Chile. La idea es «que esa instancia se reabra y considere a muchos de los que no están calificados pese a que tienen su documentación y pruebas de que fueron torturados y vejados», puntualiza Yasna Escudero.
La huelga también busca la reparación integral a las víctimas de prisión política, en sintonía con los acuerdos internacionales suscritos por Chile en materia de Derechos Humanos. Vivienda, salud y educación son algunas de las áreas donde los ex presos exigen la ayuda del Estado.
Para los huelguistas, la acción es hasta las últimas consecuencias y aseguran que están dispuestos a iniciar una huelga seca próximamente si el gobierno no entrega una respuesta.
«Nosotros nos vemos obligados a torturarnos y a exponer nuestros cuerpos de nuevo para que de alguna manera el gobierno cumpla con los presos políticos. Les recordamos que fueron ellos los que lucharon para que existiera una democracia, aunque a mí no me gusta llamarla así porque no existe», finaliza Escudero.