Chile se encuentra en una lista de países que no han cumplido con la implementación de protocolos contra la tortura. Así lo estableció el reciente informe del Subcomité para la Prevención de la Tortura (SPT) de la ONU, según consignó este lunes La Tercera.
El protocolo en cuestión requiere de la creación, al interior de cada país, de una entidad que tenga como objetivo prevenir prácticas de tortura y proteger a las personas privadas de su libertad de vejámenes o penas crueles e inhumanas. Algo que, tal como se ha denunciado en numerosas ocasiones, no se cumple. Las personas privadas de libertad están expuestos a las prácticas de tortura y así lo han señalado algunos organismos como el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
Hoy son 11 los países que no han logrado garantizar el fin de los tratos inhumanos en diversos operativos y circunstancias. Junto a Argentina, son los únicos países de la región en la lista que incluye a Camboya, Congo, Libia, Liberia, Nigeria y Panamá, entre otros.
La entidad de la ONU señaló que estos países se encuentran «sustancialmente atrasados» en la implementación de un protocolo que permita crear una unidad preventiva de la tortura. Las conclusiones fueron provocadas tras una visita de funcionarios a Chile en abril pasado, donde tuvieron encuentros y entrevistas con personas privadas de libertad, además de otras instituciones como Carabineros y Gendarmería.
El Subcomité para la Prevención de la Tortura entregó a la presidenta Bachelet una serie de recomendaciones y observaciones para solucionar este problema, aunque de carácter secreto, por opción del propio gobierno. En adelante, el Ejecutivo tendrá hasta el 26 de diciembre para elaborar respuestas oficiales.
Siguiendo esta preocupación, el Ministerio de Justicia se encargará de elaborar un proyecto que tipifica específicamente la tortura como delito. Su futuro es incierto, no obstante, en un escenario político muy convulsionado para el gobierno y con varias iniciativas pendientes. Así, en materia de Derechos Humanos, y manteniendo el tono de las últimas décadas, Chile seguirá acumulando deudas.