Reiteradas denuncias de violación a los derechos humanos por tropas de Minustah han motivado al Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas -SOA Watch en inglés- a llevar una delegación de Observadores al mismo Haití
Una delegación de derechos humanos del SOA Watch, visitará Haití entre los días 1 y 8 de octubre para investigar en terreno la situación actual de derechos humanos en ese país. Especialmente, los observadores quieren saber el rol que ha jugado la policía y las tropas militares de la misión de Paz de las Naciones Unidas allí.
Entre los observadores de SOA Watch se encuentra su fundador, el sacerdote Roy Bourgeois, y la coordinadora para America Latina de esta organización, Lisa Sullivan.
Sullivan señaló que desean “conocer de primera mano la realidad de Haití, especialmente referente a la situación de derechos humanos. Escuchar a los haitianos y saber qué necesitan y qué piden a la ONU. No estamos contra la ayuda de la ONU pero pensamos que se debe ayudar de otra forma a este país. Por eso, queremos conversar con ellos y sus organizaciones”.
La visita se producirá luego del auge de escándalos en los que se ha visto envuelta la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), incluyendo la grabación de una aparente violación de un joven de 18 años por parte de tropas uruguayas de la Minustah, y del embarazo de mujeres y menores por parte de tropas de las Naciones Unidas, que desencadenaron nuevas protestas en Haití y nuevas preguntas acerca del futuro de la Misión mencionada.
“Como organización que resiste la militarización, nos preocupa que Haití este ocupado por una fuerza militares y policiales”, señaló Sullivan.
Desde el terremoto que devastó a Haití el año pasado, hay fuertes indicadores del empeoramiento de la situación de derechos humanos en Haití. Mujeres y niñas en campos de desplazados son objeto frecuentes de abusos sexuales, violencia de género y explotación sexual.
Miles de personas en los campos de desplazados han sido forzadas a abandonarlos, a veces violentamente, y más de 234.000 personas han sido amenazadas con la expulsión, a pesar de no contar con otra alternativa de vivienda.
Tanto la Policía Nacional Haitiana como las tropas de la Minustah han sido criticadas por no hacer lo suficiente para proteger los derechos y la seguridad de haitianos y haitianas. También hay evidencia de que la policía nacional y la Minustah han reprimido violentamente protestas pacíficas realizadas por refugiados y refugiadas.
La Minustah tiene actualmente siete años de existencia, habiendo reemplazado a las tropas estadounidenses que habían ocupado Haití luego del golpe de estado ilegal al presidente democráticamente electo Jean-Bertrand Aristide en 2004. Cables clasificados del Departamento de Estado de los EEUU, publicados recientemente por Wikileaks, han revelado que el gobierno de los EEUU considera de gran importancia estratégica la presencia de la Minustah en Haití, y en particular la de aquellas tropas provenientes de países latinoamericanos, en parte porque la Misión representa una iniciativa regional que excluye a Venezuela, pero incluye a muchos otros países con gobiernos progresistas.
En el auge de los escándalos mencionados, un número creciente de organizaciones de la sociedad civil en Haití, así como políticos, sindicalistas, activistas por los derechos humanos, movimientos sociales, escritores y escritoras, y otros, han comenzado a exigir un cronograma para el retiro definitivo de la Minustah la que debe renovar su mandato el 15 de octubre próximo.
Facilitado por Pablo Ruiz
OBSERVATORIO POR EL CIERRE DE LA ESCUELA DE LAS AMÉRICAS – CHILE