Organizaciones de Derechos Humanos chilenas entregaron hoy una carta al gobierno de Honduras condenando gravemente el asesinato de la líder indígena, activista y ecologista, Berta Cáceres, ocurrido el pasado jueves en la madrugada en La Esperanza, en el oeste del país. Si bien la versión oficial señala que la muerte se debió a un robo, la comunidad internacional apunta claramente a su compromiso social como móvil para su muerte.
La carta, firmada por la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Comisión Ética Contra la Tortura, Corporación 3 y 4 Álamos, Comunidad Ecuménica Martín Luther King, Comité Oscar Romero, Observadores de la Escuela de las Américas – SOAWatch, indica: «Las organizaciones que firmamos esta carta queremos manifestar a usted (Embajadora de Honduras en Chile) y al gobierno de Honduras nuestra condena por el asesinato de la dirigente Berta Cáceres, fundadora y Coordinadora General del Consejo Cívico Popular Indígena de Honduras (COPINH) sucedido el 3 de marzo del 2016, en La Esperanza, Intibucá.
Es preciso recordar que Bertha Cáceres, anteriormente, había recibido amenazas de muerte por oponerse, junto a su organización y el pueblo lenca, a la construcción de la represa hidroeléctrica de Agua Zarca en el río Blanco.
Las autoridades hondureñas han rechazado este crimen y el mismo presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha dicho que este asesinato no quedara impune. Sin embargo, es preciso recordarles a las
autoridades hondureñas que de acuerdo a informes de derechos humanos, entre 2002 y 2014, se produjeron 111 asesinatos de otros defensores de derechos humanos en su territorio. Global Witness, ha expresado que
Honduras es “el país más peligroso para luchar por los derechos de la naturaleza”, esto debe terminar ya.
Por lo anterior, llamamos a su gobierno a dar protección real y efectiva a los defensores de Derechos Humanos, en especial a las y los dirigentes de COPINH; a Bertha Oliva y otros dirigentes de COFADEH; quienes han recibido hostigamiento por su trabajo en defensa de los derechos humanos.
Nos sumamos, al mismo tiempo, al clamor de justicia para Berta Cáceres y abogamos por una comisión independiente y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que investigue este brutal crimen que ha conmocionado a la humanidad.
Finalmente, manifestamos a vuestro gobierno nuestra preocupación y pedimos por la seguridad física y psicológica del defensor de derechos humanos Gustavo Castro, director de la organización Otro Mundos de México, quien se encontraba en La Esperanza, en la casa de Berta Cáceres, para participar en un foro sobre “Energías Alternativas”, y
fue herido. Pedimos por Gustavo Castro y que se le permita volver a México. El es una víctima no un sospechoso como se lo quiere hacer ver», concluye la misiva.
Culpables de la muerte de Cáceres
A su vez, en un comunicado difundido por los familiares de Berta Cáceres, estos señalan: «Los responsables de su asesinato son los grupos empresariales en contubernio con el Gobierno nacional, los gobiernos municipales y las instituciones represoras del Estado, que están detrás de los proyectos extractivos que se desarrollan en la región. Los financiadores de estos proyectos extractivistas de muerte también son responsables de la muerte de nuestra Bertha y de tantas personas que luchan en contra de la explotación de los territorios, puesto que con su dinero hacen posible la imposición de los intereses económicos por sobre los derechos ancestrales de los pueblos».