El ex presidente francés Jacques Chirac enfrenta a la justicia por desviación de fondos públicos y empleos ficticios cuando estuvo a cargo del ayuntamiento de París.
Los expedientes del juicio contra Jacques Chirac cuestionan su desempeño como alcalde de París, entre 1977 y 1995. Se le acusa de contratar a 28 personas, las que cobraron sueldos sin desempeñar ninguna labor en el ayuntamiento parisino. Se trató de personas miembros del partido Reagrupamiento por la República (RPR) cuya presidencia ostentaba el mismo Chirac y después derivó en el UMP, partido que sostiene el actual presidente Nicolas Sarkozy.
El Tribunal Correccional de París, presidido por el juez Dominique Pauthe, aplazó el juicio penal para junio tras aceptar un recurso de procedimiento interpuesto por al defensa.
Chirac fue presidente de la nación gala entre 1995 y 2007, lo que lo protegió del juicio por estas malversaciones iniciado en 1998, debido a que la ley francesa contempla la inmunidad presidencial.
El denunciante fue George Quemar, jefe de equipo del ayuntamiento de París entre 1983 y 1988, quien sostuvo al periódico L’Humanité que “la ciudad de París tuvo hasta trescientos empleados como ‘contractuales de despacho’ que se califican de ‘ficticios’”.
Chirac arriesga hasta diez años de cárcel y 150 mil euros de multa (unos 9 millones 600 mil pesos), cinco años sin poder integrar listas electorales y diez años de inelegibilidad.
SUELDOS POR NO HACER NADA
En el proceso figuran otros nueve acusados en el caso, algunos de los cuales ya fueron juzgados e inculpados, como el actual ministro UMP de los asuntos extranjeros franceses, Alain Juppé.
El abogado Pierre-François Divier, entrevistado por El País, sostiene que “había gente pagada por no hacer nada (…). Pero muchos de los empleos eran por pura amistad, y no tenían ninguna base laboral. (…) Además de una desviación de fondos públicos y de empleos presuntamente ficticios, se puede hablar por presunción de nepotismo”.
El periódico francés L’Humanité sostiene que Chirac como el ex-alcalde aprovechó de estos cargos para lograr su ambición política, o sea conseguir el cargo de presidente de la República.
Según las cifras de El País, el importe de los gastos de fondos públicos para financiar los sueldos de estos trabajadores alcanza hasta 2,2 millones de euros.
SALIDA A LO PINOCHET
Los abogados de Chirac, en su mayoría del UMP, denuncian que se trata de un juicio inútil y que el caso prescribió. Además cuentan a su favor con la edad de Chirac, quien hoy tiene 78 años de edad y tendría Alzheimer, según reveló el Journal Du Dimanche, tabloide de Lagardère, amigo cercano del presidente Sarkozy y del mismo Chirac.
En noviembre del 2010 la UMP y Chirac intentaron cerrar el proceso indemnizando al ayuntamiento de París para que éste desistiera de la acusación.
En la oportunidad Chirac dio 150.000 euros y la UMP 1,5 millones de euros para resarcir al ayuntamiento parisiense, institución que aceptó el trámite.
La analista Évelyne Sire-Marin en las páginas de L’Humanité comenta que “el problema es que en Francia no tenemos un departamento fiscal independiente. Cuando los magistrados de la fiscalía, que están encargados de iniciar las diligencias en contra de cualquiera persona que cometió infracciones, no son independientes, porque nombrados por los poderes políticos, las diligencias no están iniciadas o no se realizan”.
Por su parte, para los responsables de Anticor, asociación para la anti-corrupción francesa -que también es acusadora particular-, el juicio al ex-presidente sienta en el banquillo a todo el sistema político y judicial francés.
Por Melissa Quillier
El Ciudadano