Una pareja de gendarmes -las que han sido identificadas por el Movilh como Andrea (24) y Daniela (26)- denunciaron un insólito caso de discriminación por su orientación sexual. Las afectadas destacaron que pese a que en julio de 2016 contrajeron el Acuerdo de Unión Civil (AUC), aún no pueden vivir juntas dado que Gendarmería las derivó a ciudades distintas. Un hecho que, según sostiene el Movimiento, “a todas luces violenta los derechos de las y los trabajadores vinculados legalmente”.
“Los momentos en que nos hemos podido ver con mi pareja son sólo esporádicos, cuando hemos juntado turnos, o pidiendo permiso administrativo o en nuestras vacaciones”, relata Daniela.
La mujer añade que «lo que más anhelamos es poder vivir juntas, vernos todos los días, ir alimentando aún más nuestro amor. Cada vez que nos hemos visto por pocos días, nos cuesta más separarnos y volver al trabajo a nuestras ciudades. Sólo queremos el mismo trato dado a otras parejas que se unen legalmente y que termine esta discriminación”.
Precisa que desde 2014 otra funcionaria la venía agrediendo en razón de su orientación sexual, calificándola de “machos” a ella y a sus amigas. En tanto, Andrea acusa que, delante de ella, otros funcionarios señalaron expresamente que “le daban asco los gays”.
La pareja acusa que los episodios de discriminación se incrementaron cuando en julio de 2016 una de ellas informó del AUC en su Facebook, subiendo fotografías de la ceremonia.
“En un hecho incomprensible, al día siguiente de esta publicación en Facebook, comenzaron los rumores de que a Daniela la enviarían a trabajar al norte del país y a Andrea al sur, separándolas así como pareja. Esto violenta los derechos más básicos de una familia reconocida legalmente”, denuncia el Movilh.
“Todo lo referente a los derechos de la diversidad sexual en Gendarmería es peligroso»
La agrupación indica que «cuando lo esperable era que Gendarmería adoptara medidas inmediatas para que ambas pudiesen vivir juntas tras al AUC, ello no ocurrió pese a continuas peticiones verbales de la pareja». En septiembre de 2016, detallan, las mujeres solicitaron por escrito a la institución el traslado de una ellas para vivir juntas, «cumpliendo con todas y cada una de las formalidades que para tales efectos se hacen a los vínculos legales».
“No hemos tenido respuesta. Peor aún, nos dimos cuenta que nuestros jefes directos jamás enviaron nuestra petición a la Dirección General”, declaran Andrea y Daniela.
El Movilh apuntó que “todo lo referente a los derechos de la diversidad sexual en Gendarmería es peligroso», argumentando que «en menos de un año han sido sancionados en cuatro fallos de la Justicia por torturas a internos e internas gays y trans. Ahora nos encontramos con esto. Aquí la indolencia y el abuso han sido extremos”.
Tras varias peticiones formuladas desde noviembre pasado, Gendarmería por fin accedió a reunirse con el Movilh. La cita tendrá lugar este martes 28 de febrero a las 15:00 horas en Rosas 1264, en Santiago. Ahí estarán el dirigente de la organización, Rolando Jiménez, y el subdirector Técnico de Gendarmería, Alejandro Arévalo.