La Fiscalía de Perú pidió este martes la pena de cadena perpetua para el fundador de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, y otros 12 exlíderes del grupo, por la muerte de 25 personas en el atentado de Tarata, cometido en 1992 en la capital del país.
Guzmán, de 82 años, y los otros dirigentes senderistas procesados por el atentado de Tarata, ya están cumpliendo penas de cárcel por otros delitos de terrorismo, y en el juicio abierto actualmente, se les acusa por la autoría mediata en el atentado con coche bomba perpetrado en Lima.
El 16 de julio de 1992, un comando senderista dejó un auto cargado con explosivos en la calle Tarata del distrito de Miraflores y al detonar destruyó un edificio de viviendas y varias construcciones a la redonda. A raíz de la explosión fallecieron 25 personas y, dos meses después, la Policía Nacional capturó a Guzmán y la cúpula senderista en una casa de Lima.
La Fiscalía pidió hoy ante la Sala Penal Nacional el pago de una reparación civil solidaria de 400.000 soles (122.000 dólares) de todos los procesados y la Procuraduría antiterrorista pidió una reparación civil de 10 millones de soles (3 millones de dólares).
La acusación va dirigida a la esposa de Guzmán, Elena Iparraguirre Revoredo, exnúmero dos de Sendero; a Óscar Ramírez Durand, Eleuterio Flores Hala, Osmán Morote Barrionuevo y Margot Liendo Gil. Asimismo, contra Victoria Cárdenas Huayta, Margi Clavo Peralta, María Pantoja Sánchez, Laura Zambrano Padilla, Florentino Ceron Cardoso, Moisés Limaco Huayascachi y Edmundo Cox Beuzeville.
La Sala escuchó este martes la acusación oral hecha por la Fiscalía y citó a Guzmán y a su esposa para ser interrogados en la próxima audiencia, que se realizará el 27 de junio en la Base Naval del Callao, donde el primero cumple su sentencia.