Pescadores de Lebu llegaron a Valparaíso este miércoles 9 de agosto para reunirse con los presidentes de ambas Cámaras e intentar generar un crucial apoyo a su labor que demanda el libre tránsito en el litoral chileno en busca de recursos como la reineta o la albacora.
Melchor Celedón, vocero de la Mesa Comunal de Pesca de Lebu, afirmó que tras una intensa jornada se iban contentos ya que lograron reunirse con el diputado Fidel Espinoza y el senador Andrés Zaldívar, además de concretar para mañana una reunión en La Moneda con el Ministro del Interior, Mariano Fernández.
“Por el bien de la pesca artesanal y del mismo Gobierno, en el poco tiempo que les queda tienen que ponerse las pilas y trabajar en función de nuestro derecho adquirido de pescar en todo nuestro litoral. Ya nos reunimos con el Ministro de Economía y ahora tenía que ser la segunda voz a bordo, porque aquí se está incurriendo en una tremenda discriminación hacia los pescadores, no permitiendo capturar un recurso que es altamente migratorio”, señaló Celedón.
Ley Longueira
La fatídica nueva ley de pesca -además de perpetuar a 7 familias la explotación de la concesión marítima- no incluyó el carácter migratorio de especies como la albacora o la reineta, colocando fuertes trabas a los pescadores que se desplacen a lo largo de la costa para capturar el recurso.
«Creemos que el Gobierno, que nosotros elegimos, tiene que decretar que la reineta es migratoria, sancionando con medidas de administración para abrir las fronteras regionales y así podamos pescar el recurso. Hasta el 2015 trabajamos con otra modalidad: un decreto que autorizaba una flota exclusiva para trabajar en sur con el recurso reineta pero resulta que esto permitía mucho lucro para algunos dirigentes, que ensuciaron nuestro sector”, denunció el vocero de la Mesa Comunal de Pesca de Lebu.
De hecho, gracias a la exposición hecha en la Cámara por el ingeniero acuícola Lester Chávez, se evidenció que la empresa Frío Sur es quien maneja a los pescadores artesanales de la XI región , siendo su gerente general el vocero de los mismos y de la mesa de defensa del mar, hasta hace sólo un año. La entidad es acusada de depredar los mares, ya que debido al carácter de arrastre de sus operaciones y sus malas prácticas, podría liquidar un oficio que -en otras localidades- es legado de generaciones.
“Si seguimos trabajando bajo esa lógica, seguiremos permitiendo el enriquecimiento indiscriminado y del lucro. Nos cobran $50 por kilo, siendo que hay embarcaciones que descargaban, por cada recalada, 10 mil o 15 mil kilos. Con una flota de 100 embarcaciones, es cosa de sumar o multiplicar para saber toda plata con que se llenan los bolsillos”, afirmó el pescador Melchor Celedón.