El presidente de Colombia, Gustavo Petro, pidió este martes, durante su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU, «acabar con la irracional guerra contra las drogas» que ha «envenenado» y «dañado» la selva amazónica en su país, un pulmón necesario para salvar a la humanidad.
En su intervención en el 77.° Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, el mandatario colombiano señaló que la llamada lucha contra las drogas, impuesta por el poder mundial hace 40 años, ha fracasado y se ha convertido en una guerra contra la selva, sus plantas y la gente que la cultiva. «La guerra contra las drogas ha fracasado. La lucha contra la crisis climática ha fracasado», dijo.
«Les propongo como presidente de uno de los países más hermosos de nuestra tierra y de los más ensangrentados y violentados, acabar la guerra contra las drogas y todas las guerras, y permitir que nuestro pueblo pueda vivir en paz«, expresó Petro, quien advirtió que si la política antidrogas se prolonga por 40 años más, EE.UU., por ejemplo, verá morir de sobredosis a sus jóvenes y se recrudecerá la violencia en todo el continente con millones de víctimas.
En ese sentido, indicó que es el momento para que el mundo cambie su visión y, en vez de «quemar la selva» y llenarla de «venenos» –como el glifosato– para intentar erradicar plantas como la coca, debería enfocarse en luchar contra los factores de poder que se enriquecen con las adicciones de las personas, la producción de drogas y promueven el consumo de energías que dañan al planeta, como el petróleo y el carbón.
«Detrás de la adicción a la cocaína y a las drogas, detrás de la adicción al petróleo y al carbón, está la verdadera adicción de esta fase de la historia humana: la adicción al poder irracional, a la ganancia y al dinero, y aquí la enorme maquinaria mortal que puede extinguir la humanidad», indicó Petro.
El presidente colombiano también convocó a todos los países de América Latina a unirse para «salvar la selva amazónica», actualmente amenazada por los intereses del poder global, y a sumar esfuerzos para mantener la vida en este pulmón vegetal a través de la inyección de recursos que permitan generar fondos para financiar la «revitalización de la selva».
«Si no tienen la capacidad para financiar el fondo de la revitalización de la selva, si pesa más destinar el dinero a las armas que a la vida, entonces reduzcan la deuda externa para liberar nuestros propios espacios presupuestales y con ello realizar la tarea de salvar a la humanidad y la vida en el planeta, lo podemos hacer nosotros si ustedes, los del Norte, no quieren. Solo cambien deuda por vida, solo cambien deuda por naturaleza», señaló Petro.
Petro: «Es la hora de la paz»
El mandatario colombiano también pidió dar prioridad al entendimiento para poner fin a las guerras que hay en el mundo y cambiar el modelo que actualmente privilegia a «la acumulación ampliada del capital», que se traduce en «una acumulación ampliada de la muerte«.
«¿Para qué la guerra si lo que necesitamos es salvar la especie humana, para qué sirve la OTAN y los imperios, si lo que viene es el fin de la inteligencia? El desastre climático matará centenares de millones de personas, y oigan bien, no lo produce el planeta, lo produce el capital, la causa del desastre climático es el capital, la lógica de relacionarnos es para consumir cada vez más, para producir cada vez más, y para que algunos pocos ganen cada vez más, es eso lo que produce el desastre climático», indicó.
Por tal razón, Petro instó a los pueblos del mundo a «dialogar para acabar la guerra» y llamó a que otros países no ejerzan presión para incentivarla. «No nos presionen para liderarnos en los campos de la guerra, es la hora de la paz, de que los pueblos eslavos hablen entre sí, la guerra es solo una trampa que acerca el fin de los tiempos en la gran orgía de la irracionalidad», argumentó.
En ese sentido, el mandatario colombiano hizo un llamado, «desde América Latina», para convocar a Ucrania y Rusia a hacer la paz: «Solo en paz podremos salvar la vida en esta, nuestra tierra común. No hay paz total sin justicia social, económica y ambiental, estamos en guerra también con el planeta, sin paz con el planeta no habrá paz con las naciones, sin justicia no hay paz social».
Petro señaló que desde que se impusieron como motores energéticos al carbón y al petróleo, se desató un «huracán» que «es el cambio químico de la atmósfera, cada vez más profundo y mortífero«, que no es más que la guerra contra la tierra y la vida.
«El desastre climático nos llena de virus que pululan arrasándonos, pero ustedes hacen negocios con las medicinas y convierten las vacunas en mercancías, proponen que el mercado nos salvará de lo que el mismo mercado ha creado, el Frankenstein de la humanidad está en dejar actuar el mercado y la codicia sin planificar, rindiendo el cerebro y la razón, arrodillando la racionalidad humana a la codicia», dijo.
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