Piñera anunció esta tarde el cierre del Centro Penitenciario Cordillera, ubicado en la comuna de Peñalolén, el cual alberga a diez condenados por violaciones a los derechos humanos. Los reclusos serán trasladados por personal de Gendarmería al Penal Punta Peuco, emplazado en Til Til, en una fecha a determinar.
Desde el Palacio de La Moneda, Piñera aseguró que la decisión del Gobierno se adoptó en consideración a tres principios: “primero, la igualdad ante la ley; segundo, la seguridad de los internos; y tercero, el normal y más eficiente funcionamiento de Gendarmería”.
En esa línea, Piñera enfatizó que “de esta forma estamos satisfaciendo esos tres principios, que deben regir en todos los actos y en todas las acciones del Gobierno”.
Asimismo, aseguró que “el Gobierno, al tomar esta decisión, ha tomado en cuenta las disponibilidades y las capacidades del Centro Penitenciario Punta Peuco, y ese centro tiene todas las facilidades y todas las capacidades para recibir a los diez internos que hoy día están en el Centro Penitenciario Cordillera”.
La decisión fue adoptada luego que se conocieran nuevos informes que constataron los lujos y beneficios que gozan los militares en retiro que allí cumplen condenas por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.
Otro informe hablaba de que Punta Peuco no contaría con espacio suficiente para recibir más internos, sin embargo, Piñera recalcó que “por su puesto que el Gobierno al tomar esta decisión ha tomado en cuenta las disponibilidades y las capacidades del Centro Penitenciario Punta Peuco y ese centro tiene todas las facilidades y todas las capacidades para recibir a los diez reclusos o internos que hoy día están en el Centro Penitenciario Cordillera”.
Piñera había anunciado que analizaba la continuidad del penal tras una entrevista que dio en el lugar el retirado general Manuel Contreras, quien fuera el jefe de la desaparecida Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), organismo represor que ejecutó una serie de crímenes de lesa humanidad.
Fuente: Clarín