Tres muertos y 51 heridos, seis de ellos graves, es el resultado de la brutal represión realizada por policías del Perú, contra las manifestaciones en rechazo a la instalación del proyecto minero Tía María, de la estadounidense Southern Copper Corporation.
Los hechos ocurrieron este jueves 7, en la provincia de Islay (Arequipa) cuando los policías intentaron despejar una ruta bloqueada por los protestantes.
En las imágenes se puede ver cómo un policía descarga su fusil contra sus compatriotas que se defendían premunidos sólo de piedras y palos. Las protestas se iniciaron hace 15 días siendo el motivo la inminente aprobación de el Estudio de Impacto Ambiental que daría vía libre a la actividad minera. Esto, en una región caracterizada por su fértil agricultura.
La matanza coincide con el cierre de la campaña política previa a las elecciones presidenciales del próximo 10 de abril. Y en circunstancias que el favorito de las mismas, Ollanta Humala, se encontraba en dicha región realizando la clausura de su campaña. Humala se solidarizó con las víctimas y responsabilizó al gobierno de Alan García de estas muertes.
El ministro de Interior, Manuel Hidalgo, defendió el accionar policial al señalar que “los efectivos del orden actuaron dentro del marco de la ley”.
Los manifestantes reaccionaron a los asesinatos quemando la sede del gubernamental partido Apra así como un camión cisterna de combustible que se encontraba en el terminal terrestre de Mollendo.
Como resultado de estos incidentes el Gobierno peruano anunció la postergación por 120 días del proceso de evaluación ambiental con lo que el tema deberá ser resuelto por el futuro mandatario. El presidente regional de Arequipa, el nacionalista José Guillén, haciéndose eco del clamor popular, solicitó al Gobierno que cancele definitivamente este proyecto, cuya posible realización tiene en estado de alerta a toda la macro-región sur del Perú.
Este viernes 8 el Ministerio de Minería anunció que cancelaba definitivamente el proyecto Tía María al rechazar el Estudio de Impacto Ambiental. Esto derivo en un cese del levantamiento en un claro triunfo del movimiento popular peruano.
Por Francisco Marín
El Ciudadano