El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció planes para duplicar el tamaño del Centro de Confinamiento de Terroristas (Cecot), la gigantesca prisión de máxima seguridad que ya alberga a miles de pandilleros salvadoreños y deportados desde Estados Unidos. La expansión, que permitiría alojar hasta 80.000 internos, fue discutida durante la visita de la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, a San Salvador en marzo de este año.
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Actualmente, el Cecot —inaugurado en 2023 como piedra angular de la estrategia de seguridad de Bukele— alberga a unos 15.000 reclusos, incluidos cientos de presuntos pandilleros deportados desde Estados Unidos. La ampliación responde a un acuerdo entre ambas naciones que contempla el envío de más detenidos, principalmente relacionados con organizaciones criminales como el Tren de Aragua, y por el cual EE.UU. paga a El Salvador seis millones de dólares anuales por su manutención.
Durante una reunión en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump animó a Bukele a construir más cárceles: “No es lo suficientemente grande”, dijo tras sugerir la construcción de “cinco lugares más”. Bukele, en tono confiado, respondió: “Tenemos espacio”.
El acuerdo se enmarca en la política de endurecimiento migratorio impulsada por la administración Trump, que en marzo deportó a más de 250 presuntos pandilleros salvadoreños, luego de invocar una ley de guerra. La propuesta de trasladar prisioneros estadounidenses a cárceles extranjeras surgió tras una reunión entre Bukele y el secretario de Estado, Marco Rubio, en febrero. “Ningún país ha hecho una oferta de amistad como esta”, aseguró Rubio.
La iniciativa ha consolidado a Bukele como un actor clave en la agenda de seguridad de Trump. Su lucha frontal contra las pandillas, y su disposición a encarcelar criminales extranjeros, ha ganado el respaldo de figuras conservadoras en EE.UU., como Elon Musk y Tucker Carlson. Incluso, legisladores republicanos han visitado el Cecot, fotografiándose junto a reclusos.
El Salvador, con 6,3 millones de habitantes, posee hoy la tasa de encarcelamiento más alta del mundo, con uno de cada 57 ciudadanos tras las rejas. Con la ampliación del Cecot, la presión internacional sobre el modelo penitenciario de Bukele podría intensificarse, aunque el presidente parece decidido a convertir a su país en un nuevo brazo del sistema penitenciario estadounidense.
Foto: Redes
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