En el marco del seminario “Educar para el bienestar”, impartido por la Universidad Academia de Humanismo Cristiano (UAHC), la guatemalteca Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, aseguró “repudiar” la criminalización contra la lucha mapuche y exigió que “todos los pueblos sean respetados en sus derechos, identidades e idiomas”.
Si bien Menchú arribó a nuestro país para participar en el intercambio de experiencias en salud mental y espiritual, basados en la Terapia con Flores y el Calendario Maya -cultura de la que ella es heredera- también se pronunció respecto a temas más políticos, siendo los pueblos originarios el eje central de su mirada.
Según sus palabras, “la ignorancia de querer destrozar por todos los medios una herencia milenaria, una civilización milenaria, unos valores ancestrales es realmente la manifestación más grande de la intolerancia y del racismo”, dijo cuando se le preguntó sobre el conflicto chileno-mapuche.
Además, en un llamado a no cesar la lucha, aseveró que “la unidad de los pueblos indígenas es la única salida para defender esa cultura milenaria”.
REUNIÓN CON NATIVIDAD LLANQUILEO
Aunque no estaba previamente agendado, la líder indígena conversó con Natividad Llanquileo, vocera de los prisioneros políticos mapuche recluidos en la Cárcel El Manzano, de Concepción, y hermana de uno de los comuneros que sostuvieron una huelga de hambre por casi tres meses, Ramón Llanquileo.
En la reunión se habló sobre la huelga de hambre, la Ley Antiterrorista y la posibilidad de que Menchú participara como garante en el juicio que se realizará el 8 de noviembre en contra de los 18 comuneros sindicados por el llamado caso Elgueta, doce de los cuales llevan en prisión preventiva más de un año y medio.
La Premio Nobel de Paz 1992, lamentó no poder asistir como observadora, tal como se lo solicitaran, porque “para hacerlo debería realizarlo con todo profesionalismo” e información, asunto que ahora le resulta imposible, ya que está de lleno trabajando en las próximas asambleas municipales de Guatemala, las cuales duran hasta febrero de 2011 y por lo cual tiene su agenda copada.
“QUEREMOS EL PODER EN SU TOTALIDAD”
Rigoberta trabaja desde hace años en el partido político Winaq (Ser con vida en idioma quiché de raíz maya), donde la mayoría de los participantes son indígenas. Este partido se caracteriza por defender los derechos y raíces Mayas, además de tener una línea de ideología izquierdista.
En este sentido, Menchú se reconoce una mujer “muy política”. Incluso, en 2007, la líder indígena se postuló a Presidenta de la República, obteniendo sólo un 3,09% de apoyo popular. Hoy no desmiente una segunda candidatura, pero ésta será revelada en febrero, una vez que las asambleas municipales hayan arrojado cifras.
Por eso es que este semestre la líder indígena tiene su agenda llena. En noviembre comienzan las asambleas y su aspiración es alta: “Queremos el poder en su totalidad y para eso estamos trabajando”, asegura.
Para ella es fundamental apoyar la lucha indígena en un país donde “estamos todavía viviendo las secuelas del conflicto armado que duró 39 años, un asunto que dejó mucho temor a pesar de los 13 años de negociación de paz”, asegura.
Por último, Manchú asegura que “tenemos que crear instrumentos para que la gente pueda participar” y agrega que “basta de pasividad de parte de los mayas, que somos la mayoría. Ahora debemos luchar usando el sistema de partidos políticos”.
Por Mijaíla Brkovic Leighton
El Ciudadano